Independientes ¿de quién?

Decían que el empujón a las candidaturas independientes, sobre todo a la de Jaime “El Bronco” Rodríguez, venía de Los Pinos. Que la intención era robarle electores anti- sistema a Andrés Manuel López Obrador.

Pero ahora que el gobernador con licencia de Nuevo León tiene encima la amenaza de que no va a aparecer en la boleta presidencial 2018, es el candidato de Morena –y no el gobierno en turno- el que sale a defenderlo.

López Obrador lo dijo ayer domingo en un acto de la conmemoración de la expropiación petrolera. Que el INE debería de abrir las puertas a todos los precandidatos independientes, porque todos están en falta.

Al igual que solía suceder con los maestros, que considerando que todos están reprobados, que se aplique “la curva”, con lo que todos acabarían con derecho al pase. ¡Qué hermosa democracia!

Pero el asunto va mas allá de los buenos deseos de López Obrador para tener mas rivales enfrente. El meollo del debate es la calidad moral de aquellos a quienes se les compruebe que de mala fe manipularon credenciales de elector o falsificaron firmas.

Desde que arrancó el proceso de los independientes lo advertimos aquí. Sobre todo en el caso de “El Bronco”, quien abusó de los recursos públicos del gobierno de Nuevo León y le ayudaron de sobra algunos de los que juran que un voto mas para el candidato de a caballo es un voto menos para “el peligro para México”.

El gobernador con licencia de Nuevo León no tiene ni el derecho legal ni la condición moral para que su nombre aparezca en la boleta. Su estatura política es muy baja, su ética es inexistente y su palabra vale menos que un acelerado tweet de Donald Trump.

Dígalo si no el hecho de pretender culpar al periódico El Norte de Monterrey de ser el culpable de la falsificación de las actas con las que el INE lo pretende descalificar.

“El Bronco” difícilmente asume sus responsabilidades, mucho menos sus culpas. Y le gusta transar el lo oscurito para lograr sus inmorales objetivos.

Hoy le dice a quien lo quiere escuchar que lo están sacando de la boleta porque lo traicionaron de Los Pinos. Que le habían pactado que se fuera a quitarle votos a López Obrador, respetándole poner él al gobernador interino y tener mano en la designación de los nuevos e independientes fiscales.

Hizo el berrinche de su vida cuando no fue impuesto el fiscal carnal que él quería en Nuevo León y mandó un catálogo de epítetos al presidente Enrique Peña Nieto y a sus negociadores. Esa es su naturaleza. Sin palabra, traidor.

De Armando Ríos Piter no se puede decir lo mismo. Es un profesional de la política y se tendrá que ver en dónde se resbaló con tantas boletas que le contabilizan como apócrifas.

El Jaguar tiene el prestigio de ser un contendiente serio, pero sin duda después de sus excelentes intervenciones públicas, como la de la Convención de Banqueros, significaba una amenaza que le restaría votos no necesariamente a Morena.

Y de Margarita Zavala solo se puede decir que salió adelante airosa, gracias al apoyo no solo de los calderonistas, sino de los anti- anayistas. Está convertida formalmente en el Plan B si la torpedeada candidatura de Ricardo Anaya se frena o se descarrila.

Pero el tema de los independientes todavía no termina. Si acaso apenas empieza y hasta el 29 de marzo veremos el
veredicto final.