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21 de noviembre 2024

23 de mayo 2024

¡Que alguien me explique!

Hasta las “Manitas”

Samuel García Sepúlveda, Samuel García Mascorro y Samuel García Villarreal están “hasta las manitas”

Por Ramón Alberto Garza

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Samuel García Sepúlveda, Samuel García Mascorro y Samuel García Villarreal están “hasta las manitas”.

La sentencia no es figurativa, es apegada al pie de la letra. El gran cliente de los despachos jurídicos y fiscales de los tres Samueles es Gentor, la corporación regiomontana multiempresas de Javier Garza Calderón -mejor conocido como “El Manitas”- y que dirige su hijo Javier Garza Buffington.

Descendiente de Javier Garza Sepúlveda y nieto de Isaac Garza, fundador de la Cervecería Cuauhtémoc, “El Manitas” heredó de sus padres el emporio familiar ligado a los orígenes del llamado Grupo Monterrey.

Pero hoy, Gentor está convertida en una franquicia que cobra dividendos políticos, lo mismo con el presidente morenista Andrés Manuel López Obrador que con el gobernador emecista Samuel García Sepúlveda: desde contratos de energía sin licitación con la CFE, plantas de tratamiento de aguas, venta de luminarias a estados y municipios, servicios de telecomunicaciones, hasta recolección de basura y desechos tóxicos.

Desde hace años, aún antes de la candidatura presidencial por Morena, “El Manitas” se le pegó a López Obrador. Y tejieron una amistad que les rindió a ambos excelentes dividendos. De un lado, dividendos para las campañas del político tabasqueño y del otro, dividendos para Gentor en asignaciones de obras y servicios sin licitación o a modo.

De hecho, existen fundadas sospechas de que comentarios de Javier Garza Calderón fueron los que contaminaron la relación del presidente López Obrador con el llamado Grupo de los Diez. El “Manitas” siempre se sintió menospreciado por su genética empresarial de Monterrey y operaba en solitario.

Pero en el camino de “El Manitas” estaba también, desde hace años, un clan fiscal de factureros nuevoleonenses que le hacían a sus empresas el trabajo necesario con el SAT. Miles de millones de pesos en acuerdos. No es un secreto que Gentor es el súper cliente de los despachos de los Samueles.

Hace apenas una semana, Código Magenta reveló en exclusiva la bonanza de los despachos jurídicos y fiscales del gobernador de Nuevo León, de su padre y de su medio hermano. De facturar 1.9 millones de pesos en 2015, pasaron a dos mil 400 millones de pesos en los primeros dos años y medio en que Samuel García Sepúlveda despacha como gobernador.

De esa cantidad, el mayor monto facturado era para las empresas filiales de Grupo Gentor, que totalizaban 778.1 millones de pesos.

Curiosamente, una investigación del Grupo Reforma, reveló ayer miércoles que Samuel García y su papá adquirieron a través de SAGA Tierras y Bienes Inmuebles -otra empresa de los Samueles- una propiedad de 17.8 hectáreas en la Mesa de la Corona, una de las joyas inmobiliarias de San Pedro, el municipio con la tierra más costosa de América Latina.

El tamaño del predio denunciado por Grupo Reforma es el mayor espacio de tierra disponible en la zona residencial premium de San Pedro y, de acuerdo a la investigación periodística, tiene un valor catastral de 300 millones de pesos y un valor comercial de 700 millones de pesos, cifra que termina por coincidir con el monto facturado por las firmas de los Samueles a Gentor, revelada por Código Magenta.

De hecho, de acuerdo a los documentos en poder de Código Magenta, la transferencia más fuerte de Gentor al despacho de los Samueles se hizo el 29 de agosto de 2023 y fue por 303.2 millones de pesos. Esa fecha es apenas cuatro meses después de que Samuel pagó el impuesto de la propiedad en Mesa de la Corona. Ya era gobernador.

Los enjuagues fiscales y facturados entre el mandatario Fosfo Fosfo, su papá y su medio hermano con Javier “El Manitas” Garza Calderón son ampliamente explicados por el mismo Samuel García, en un video que comenzó a circular ayer después de que Grupo Reforma hiciera sus revelaciones.

En ese video, el mandatario de Movimiento Ciudadano intenta desmentir la investigación diciendo que jamás compró tierras y que, si se lo demuestran, él renuncia a la gubernatura.

Pero al explicar, Samuel García Sepúlveda entra en un pantano judicial y fiscal porque admite que los despachos de los Samueles le han arreglado ante el SAT operaciones fiscales a las filiales de Gentor por 20 mil millones de pesos. Y que las comisiones cobradas por esos servicios a la corporación de “El Manitas” fueron, entre otras, la dación de pago -un donativo- de esas 17.8 hectáreas con valor comercial de 700 millones de pesos. Es decir, no la compraron, se las “donaron”.

Las confesiones del gobernador, en su propio video, lo hunden todavía más, al exhibir que abusan de la figura de “dación de pago” para eludir sus responsabilidades fiscales. Ya con anterioridad, los Samueles habían cobrado otros servicios Gentor con otra “dación de pago” de cuatro departamentos en el exclusivo edificio de Punto Central, también en San Pedro Garza García.

Las relaciones entre los Samueles y “El Manitas” no se limitan a los arreglos fiscales y a las daciones en pago. Gentor provee otros servicios al gobierno de Nuevo León, que incluyen plantas de tratamiento de aguas y servicios de recolección de basura en municipios gobernados por Movimiento Ciudadano.

Además, Samuel García asegura en el video que Gentor ha sido cliente del “despacho de papá” desde el año 2005. La explicación es insuficiente, puesto que la mayoría de las transferencias millonarias de las empresas de Gentor se realizaron a partir de mayo del 2021. Es decir, un mes antes de la elección a la gubernatura de Nuevo León.

Curiosa historia de un empresario como Javier Garza Calderón, quien elevó sustancialmente  su capital en el sexenio priista de Carlos Salinas de Gortari, al amparo del padrinazgo de Raúl Salinas de Gortari, y acabó financiando la campaña presidencial morenista de Andrés Manuel López Obrador y haciendo negocios naranjas con el gobernador Samuel García.

Quizás, en ese contexto, se explique la obsesión que tenía el presidente López Obrador de que Samuel García fuera el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano en 2024.

Quizás, en este mismo contexto, se explique de dónde salen, desde Nuevo León, los recursos para financiar la campaña presidencial del emecista Jorge Álvarez Máynez, quien dedica la mitad de su tiempo a hacer proselitismo presidencial en el “nuevo” Nuevo León.

Lo dicho, por el presidente López Obrador, se confirma en esta trama político-fiscal: “No somos iguales”. Claro, ellos están “hasta las ‘Manitas’”.

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