Gonzalo Gil White regresa para limpiar su imagen

¿Qué pasó?

En un intento por limpiar su imagen, el ex director de Oro Negro, Gonzalo Gil White, confesó que la quiebra de su compañía se debió a una conspiración impulsada por la ambición desmedida de Emilio Lozoya, para hacerse de un negocio de 5 mil millones de dólares cuando era titular de Petróleos Mexicanos.

¿Por qué importa?

La entrevista concedida al periodista Mario Maldonado surge un día después que la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol, por sus siglas en inglés) cancelara de último momento las fichas rojas en su contra, por lo que ya no podrá ser perseguido en el extranjero.

El contexto:

• En la charla, celebrada el 12 de noviembre en South Beach, Miami -donde reside Gil White desde mediados de 2019- éste relata cómo los directivos de Pemex acabaron financieramente con los contratistas el sexenio pasado para sacarlos del mercado o transferir sus negocios a personajes vinculados a la paraestatal.

• Agregó que el ‘modus operandi’ del que fue víctima su proveedora de servicios consistía en retrasarle o cancelarles los pagos a las empresas hasta quebrarlas; en ese momento intervenían los directivos y amigos de Pemex para realizar propuestas de compra a precios de risa, bajo la promesa de que los dueños seguirían siendo parte de su empresa, ya como empleados, pero sin ningún poder.

Los detalles:

• Gil White expresó que desde un inicio se negó a que Oro Negro fuera parte de dicho esquema de corrupción, pero continuó recibiendo contratos por la vía concursal, para el arrendamiento de plataformas petroleras autoelevables; esto debido a que por el tipo de servicio especializado que ofrecía, Pemex no pudo prescindir de su compañía… hasta ese momento.

• Y es que al recibir contratos bajo la gestión de Lozoya surgió la sospecha de que alguien más al interior de Pemex también recibía sobornos, lo que provocó el enojo de éste y gente vital en su red de corrupción como fue el caso de Froylán Gracia Galicia, amigo y mano derecha de Lozoya.

• A partir de ahí, los chantajes en contra de Oro Negro se intensificaron, al grado de que la paraestatal comenzó a retrasarle los pagos hasta poner en jaque sus finanzas. La debacle llegó en 2017, aunque ya sin Lozoya en el panorama, pues en medio de la crisis internacional petrolera, la división de Pemex Perforación y Servicios rescindió todos los contratos que tenía con la compañía, lo que los llevó a incumplir sus compromisos financieros y a tener problemas con la justicia.

• Las órdenes de aprehensión, mismas que siguen vigentes, surgieron después que el fondo Nordic Trustee acusara a Gil White y sus socios de haber cometido administración fraudulenta por el manejo de 900 millones de dólares en bonos antes de que la quiebra de Oro Negro.