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23 de septiembre 2025

15 de septiembre 2025

¡Que alguien me explique!

García Harfuch está imparable

No hay duda que el mejor activo que tiene hoy el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum es Omar García Harfuch. Y a los hechos nos remitimos

Por Ramón Alberto Garza

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No hay duda que el mejor activo que tiene hoy el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum es Omar García Harfuch. Y a los hechos nos remitimos.

En los últimos siete días, el Secretario de Seguridad consumó tres golpes magistrales para frenar a jefes y capos del crimen organizado relacionados con el huachicol.

Presumirán que, en estos operativos, también participaron las secretarías de Defensa y de Marina, además de la Guardia Nacional. Pero el escándalo del contrabando de huachicol fiscal tiene años y esas instancias jamás actuaron. Sólo cuando se dio el relevo en la Secretaría de Seguridad, con García Harfuch al frente, todo cambió.

El primer golpe de los últimos siete días fue un sacudimiento en alta mar, con la revelación de que los hermanos Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, uno Vicealmirante y el otro Contralmirante, sobrinos políticos del Secretario de Marina lopezobradorista, Rafael Ojeda, lideraban la red portuaria corrupta para autorizar la entrada de barcos con el combustible de contrabando, sin pagar impuestos, a las terminales de Tampico y Altamira.

La captura destapó una Caja de Pandora que exhibió una bien articulada red de complicidades con sobornos multimillonarios para permitir que decenas de barcos descargaran en esos puertos el huachicol fiscal y el huachi-diésel. Tanto la Secretaría de Seguridad como la Fiscalía General de la República intentaron, en vano, deslindar al ex Secretario de Marina. Nadie compró aquello de que el Almirante Rafael Ojeda denunció hace dos años a sus sobrinos políticos. Ellos jamás fueron suspendidos o dados de baja en esos 24 meses.  Por el contrario, adquirieron más poder para operar con los huachicoleros y recibir millonarias “gratificaciones”. ¿Sería que el jefe real estaba todavía más arriba que su tío, el titular de Marina?

Vino, luego, la captura de Óscar Antonio Álvarez González, de quien se presume es el principal operador financiero de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el jefe del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación. Al financiero del capo lo capturaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuando llegaba procedente de Barcelona, España.

Óscar Antonio Álvarez González era el responsable de limpiar notarialmente las propiedades inmobiliarias que adquirían tanto “El Mencho” como Abraham Oseguera Cervantes, alias “Don Rodo”.  Fue una acción concertada del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con la Secretaría de la Defensa, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y, por supuesto, la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana. Todo un pez gordo.

Y para cerrar con broche de oro esa semana, fue capturado en Paraguay nada menos que Hernán Bermúdez Requena, mejor conocido como “El Abuelo”, ex secretario de Seguridad Pública de Tabasco en los días en que Adán Augusto López fue gobernador, entre 2019 y 2021.

Desde esa posición y con el apoyo del ahora líder de Morena en el Senado, Bermúdez Requena tejió toda una red criminal que hoy es conocida como “La Barredora” y que se encargó de operar millones de litros de huachicol fiscal y de huachi-diésel de la mano tanto del Cártel de Sinaloa como del Cártel Jalisco Nueva Generación. Además de articular la penetración del Cártel Jalisco Nueva Generación no sólo en Tabasco, sino en otras entidades morenistas como el Estado de México.

Toda esa red corrupta y criminal fue posible con el beneplácito de los dos hombres de mayor confianza del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador: Adán Augusto López y Audomaro Martínez.

De esas alianzas inconfesables emergió el ahora conocido como el Cártel de Tabasco, o el de las Cuatro A: Andrés Manuel, Andy, Adán Augusto y Audomaro. Si la Fiscalía General de la República de verdad quiere conocer a los verdaderos capos del huachicol fiscal y del huachi-diésel, que intensifiquen las investigaciones en torno a esos cuatro tabasqueños.

Quizás, si a Hernán Bermúdez Requena le extienden la oferta de ser testigo protegido, acabe por desnudar a su jefe Adán Augusto López y el hilo acabe por exhibir que, inevitablemente, esta trama multimillonaria fue orquestada con el beneplácito de Palacio Nacional.

A esos cuatro nombres de prominentes tabasqueños sólo tendrían que sumarse cuatro más: Manuel Bartlett, Ricardo Peralta Saucedo, Alejandro Esquer  y Mario Delgado. Ellos acabarían por completar el “Cártel de los Ocho  Magníficos”, los que idearon y operaron el esquema; los que controlaron las aduanas; los que traficaron con los combustibles; los que lograron enormes ganancias para sí mismos y para empoderar a su partido, Morena.

Por ahora, un reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien está permitiendo que las cosas sucedan. Que no está protegiendo los ilícitos que son evidentes, pero, sobre todo, que está dejando que su hombre de confianza, Omar García Harfuch, opere en completa libertad. Ahí están los resultados. Y ya verán los que vienen.

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