Ganó el no a la corrupción en Brasil

Jair Bolsonaro, el candidato de ultraderecha ganó las elecciones presidenciales en Brasil, pero se enfrentará en la segunda vuelta a Fernando Haddad, el 28 de octubre.

Brasil eligió este domingo a Jair Bolsonaro como su presidente, por el hartazgo de la corrupción del Partido de los Trabajadores (PT).

El candidato de extrema derecha es amado por el sector financiero, por sus propuestas a favor de los mercados, pero rechazado por los movimientos de mujeres #élno y #élnunca, debido a sus comentarios misóginos y racistas.

Tras ser víctima de una puñalada a comienzos de septiembre, el también exmilitar de 63 años comenzó a subir en las encuestas, lo que acentuó la polarización de los electores.

Combatendo as muitas fraudes que desviam o dinheiro para quem não precisa, além de manter, poderemos ampliar o Bolsa Família. E vamos além! Nosso objetivo é fazer com que cada vez menos pessoas precisem de ajuda do governo, oferecendo qualificação, emprego e dignidade.

— Jair Bolsonaro 1️⃣7️⃣ (@jairbolsonaro) October 4, 2018

El segundo favorito, Fernando Haddad fue designado por el PT, en sustitución del expresidente, Luis Ignacio Lula da Silva que quedó inhabilitado para la contienda por una condena de 13 años de cárcel por corrupción.

Bolsonaro se ha declarado afín a una dictadura, “Nunca resolveremos los graves problemas nacionales con esta democracia irresponsable”, pronunció cuando era diputado en 1993.

Las palabras del candidato movieron a los miles de brasileños que están desanimados por el creciente nivel de delincuencia, una economía en picada, y la corrupción política arraigada.

Estamos na reta final do primeiro turno! Agora é hora de conversar com os amigos e com a família, mostrar o que @Haddad_Fernando vai fazer pelo bem de todo o Brasil e convencer os indecisos a votar 13. Haddad conta com você! #HaddadÉ13 pic.twitter.com/QZNSnA3PIb

— PT Brasil (@ptbrasil) October 5, 2018

También los inversionistas y mercados se inclinaron a favor de su victoria al representar la única opción de cambio después de varios años de gobierno del Partido de los Trabajadores, que han resultado en una mala administración fiscal del país.

Los retos económicos de Brasil se centran en lograr la estabilidad fiscal y recuperar la trayectoria sostenible de las finanzas públicas.