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21 de noviembre 2024

5 de febrero 2019

Deportes

FIFA olvida el machismo

En una época donde las cruzadas contra la violencia del género deben ser prioridad, el organismo rector del futbol mundial se ha quedado de brazos cruzados

Por Juan Reyna

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En un grave problema mundial de violencia de género, diversas organizaciones han tomado medidas para frenar la vorágine, no así en la FIFA, el organismo rector del futbol mundial.

La gota que derramó el vaso ocurrió este lunes, durante un partido de Ligas femeniles regionales en España, donde veteranos del equipo Terrasa FC gritaron insultos machistas y una serie de improperios contra las propias jugadoras de su club que disputaban un partido que les antecedía la mencionada escuadra varonil.

Lo anterior se une a otra serie de conductas sexistas entre países agremiados a la Federación Internacional de Futbol Asociación.

En diciembre pasado ocurrieron polémicas declaraciones entre dos directivos de clubes de Europa y América. Primero fue Gabriel Camargo, presidente del equipo Deportes Tolima de Colombia, quien consideró al futbol femenil “caldo de cultivo para el lesbianismo”.

Días más tarde, el presidente del club rumano Steaua de Bucarest, Gigi Becali, se expresó también de manera machista hacia la división de damas, al considerar que la mujer no estaba hecha para el deporte de las patadas, anteponiendo sus ideas religiosas en dicha declaración.

«El futbol femenino es contranatura, se alinea con las ideas de Satanás. No se puede ir contra la voluntad de Dios. ¿Cómo pueden las mujeres jugar al futbol? No tienen el físico adecuado para ello, es peligroso. La mujer fue creada para ser bonita y para atraer al sexo contrario”, declaró el directivo.

DE BRAZOS CRUZADOS

Sobre lo anterior, sólo lo que aconteció con el equipo Terrasa tuvo consecuencias y la dirigencia del equipo catalán decidió expulsar al conjunto de veteranos. Pero por parte de la FIFA, ante las declaraciones de sus agremiados, simplemente se han quedado de brazos cruzados.

El máximo organismo futbolero tan sólo se limitó durante el Mundial de Rusia pasado a evitar el acoso a las mujeres en las tribunas y medios de comunicación. Durante la justa, las transmisiones televisivas nunca enfocaron el rostro de mujeres exuberantes con el afán de cosificar su figura.

Pero en la cancha se ha hecho muy poco. La lucha contra el machismo en las principales ligas del mundo no goza del mismo carácter como la de la xenofobia o racismo.

Para una organización que tiene más del cuádruple de países afiliados que la misma ONU (211 federaciones de futbol contra 51 estados) es inadmisible.

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