Felipe Calderón: “Hay que construir un nuevo partido”

Para Felipe Calderón, el PAN es el pasado. “Estoy convencido de que hay que construir un partido político en 2019”, aseguró el ex Presidente en una entrevista radiofónica con el periodista Ciro Gómez Leyva. “Creo que va a ser fundamental crear una organización política que pueda ser escuela de ciudadanía y aglutinar a los ciudadanos”, agregó.

Al interior del partido más importante de la derecha mexicana, el sexenio de Enrique Peña Nieto se convirtió en sinónimo del ascenso de Ricardo Anaya y su grupo. Los calderonistas quedaron marginados del PAN. La renuncia de Javier Lozano, la expulsión (ahora revertida por el TEPJF) de Ernesto Cordero, el retiro de Roberto Gil Zuarth y la candidatura independiente a la presidencia de Margarita Zavala fueron señales evidentes de este exilio.

El grupo de Felipe Calderón fue incapaz de recuperar su posición en el PAN después de la humillante derrota electoral de Ricardo Anaya, el candidato presidencial panista que privilegió una alianza con el PRD y una agenda progresista. Marko Cortés, quien es visto como el heredero de Anaya, muy probablemente será elegido presidente nacional del PAN este domingo, en una elección interna en la que Manuel Gómez Morín Martínez Del Río ha presentado una candidatura que, es casi una certeza, pasará a la historia con el adjetivo “testimonial”.  

Los calderonista han denunciado una y otra vez que el grupo de Ricardo Anaya controla el padrón de militantes, y con él al partido. La crítica es que no hay espacio para la disidencia política en el PAN, rompiendo una tradición de interlocución que ha caracterizado al partido de centro derecha en sus casi ochenta años de historia. Ernesto Cordero lo explica de esta manera: los ganadores se llevan todo y los perdedores son marginados. En ese contexto no hay posibilidad de entablar diálogo, asegura.

Por eso, la respuesta política de Felipe Calderón parecería ser la de la construcción de un nuevo partido político. El ex Presidente estaría buscando capitalizar el notable sentimiento anti lopezobradorista que se ha gestado en algunos sectores empresariales y de clase media alta durante el periodo de transición. La llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder dejó de manifiesto que los partidos políticos tradicionales dejaron de ser interlocutores efectivos de las demandas ciudadanas. El descrédito del PRI, el PAN y el PRD dejó sin representación al cúmulo de mexicanos que no votó por Andrés Manuel López Obrador. Ésta sería la apuesta de los calderonistas: ser la oposición de la Cuarta Transformación.