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21 de noviembre 2024

3 de julio 2019

Deportes

Este tampoco era penal

Hace apenas unos días, se cumplieron 5 años de aquel fatídico 29 de junio cuando el mediocampista holandés Arjen Robben simuló una falta que terminó en el penal con el que Holanda eliminó a México del Mundial de 2014.

Por Carolina Hernández

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Hace apenas unos días, se cumplieron 5 años de aquel fatídico 29 de junio cuando el mediocampista holandés Arjen Robben simuló una falta que terminó en el penal con el que Holanda eliminó a México del Mundial de 2014.

El #NoEraPenal fue tendencia por meses.

Incluso hubo un usuario de Twitter, José Luis Mercado (@Josesomor26) que durante más de tres años envió mensajes, todos los días, a las selecciones de Holanda y México, la FIFA y a Arjen Robben para recordarles el polémico episodio.

Así de doloroso fue para algunos.

https://giphy.com/gifs/blackish-anthony-anderson-dre-johnson-d2lcHJTG5Tscg

Ayer, a más de mil 800 días de aquel #NoEraPenal llegó lo que podría ser una compensación del dios del deporte.

En el encuentro de la Copa Oro a México se le marcó un penal a favor que le dio el pase a la final. Fue polémico, pues hay quienes aseguran que no era falta.

Pero el punto es que, si lo vemos con detenimiento, el problema acá no es si era penal o no, el problema es que México no habría podido avanzar sin ese gol y el juego fue contra Haití. Haití, no Holanda.

Haití, una pequeña selección que aunque ha sido la sorpresa en la Copa Oro, no deja de ser semiamateur y que representa a un país sumergido en el olvido. Un país que pelea todos los días contra el hambre, los desastres naturales y la violencia.

La liga de Haití es la más pobre del Caribe; El Arcahaie FC, su más reciente campeón, tiene una cancha para no más de mil aficionados. El campo no tiene alumbrado, no hay vestidores, ni regaderas, ni preparador físico ni toda la parafernalia que rodea, por ejemplo, a los equipos de la Liga MX.

https://twitter.com/EstadiosDMexico/status/722237774888198145

Simplemente ayer, los jugadores de Haití saltaron al campo con un uniforme donado por Saeta, una marca deportiva colombiana, que ayuda al país caribeño desde el terremoto que azotó la isla en el 2010.

De acuerdo con una nota de ESPN, desde ese año, Saeta envió cientos de playeras del equipo de Millonarios de Colombia para apoyar a los habitantes que no tenían ni ropa.

Hoy, la discusión no debería ser si la acción del zaguero de Haití fue o no falta, si fue o no penal. La discusión debería ser por qué México tuvo ese sufrido y hasta vergonzoso partido contra un equipo semiprofesional que merece todo el reconocimiento por su lucha.

Porque ese puñado de jugadores flacos, desorientados y con apenas conocimientos tácticos mostraron más garra que todo el conjunto mexicano completo.

83 lugares separan a Haití de México en la FIFA. Pero los jugadores de México están abismalmente más lejos de la pasión de los haitianos.

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