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21 de noviembre 2024

19 de octubre 2018

Comunidad

Emociones que remueve el cáncer de mama

Octubre es el mes de concientización mundial sobre la importancia de detectar oportunamente el cáncer de mama. Cada año los organismos oficiales nos ‘recetan’ las estadísticas de la enfermedad pero ¿qué hay de las emociones?

Por Isabel Torres

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Octubre ha sido destinado el mes para promover a nivel mundial la consciencia sobre la detección oportuna del cáncer mamario.

La idea surgió en octubre de 1983 con la Carrera para la Cura que se realizó en Texas, Estados Unidos.

Y en 1991, durante una carrera deportiva realizada en Nueva York, nació el lazo rosa como una manera de identificar a las víctimas de este cáncer.

El cáncer de mama es considerado como una de las principales causas de muerte. En 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS), reportó que anualmente son detectados alrededor de 1.38 millones de nuevos casos, mientras que otras 458 mil personas pierden la vida a causa de esta enfermedad.

Y de acuerdo con el organismo, la detección precoz de una tumoración maligna permite que los casos de éxito en la recuperación sean mayores que las muertes.  

Esta enfermedad es la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en las mujeres de los Estados Unidos, después del cáncer de pulmón. Sin embargo, desde 1989, la cantidad de muertes por este mal ha disminuido debido a la detección temprana y las mejoras en los tratamientos.

En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dijo que la principal causa de morbilidad en mujeres de 20 años y más se debe al cáncer de mama, enfermedad que es la segunda causa de muerte en las mexicanas.

Aproximadamente cada nueve minutos se detecta un nuevo caso de esta enfermedad. De acuerdo al instituto, en 2014, 60 mil mujeres de 14 años y más tenían cáncer de seno.

El comportamiento del cáncer de mama lo ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública, ya que puede afectar a un importante rango de la población femenina en edad productiva (20 a 59 años), que representa el 27% de la población total del país, de acuerdo con los datos del Censo General de Población y Vivienda 2010.

Y se ha convertido en la principal causa de decesos por procesos tumorales, superando al carcinoma cervicouterino.

Por ello, las autoridades sanitarias recomiendan que las mujeres de entre 40 y 44 años tengan la opción de comenzar a realizarse mamografías anuales. Que las de entre 45 y 54 años lo hagan cada año y que a partir de los 55 años pasen a realizarse una mamografía cada dos años o continuar los exámenes de detección anuales, si lo desean.

Y es que la mayoría de las mujeres con cáncer de mama, justo cuando fueron diagnosticadas no presentaban signos ni síntomas de la enfermedad. De ahí la importancia de la autoexploración para detectar a tiempo los cambios en las mamas, como:

– Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo.

– Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.

– Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.

– Pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.

– Irritación de la piel o cambios en esta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.

– Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja.

– Dolor en la mama que no desaparece.

Emociones removidas

Para muchos especialistas las enfermedades tienen un origen emocional.

El psicoterapeuta Jacques Martel menciona que el cáncer en general está fuertemente relacionado con un gran miedo o una gran culpabilidad, al punto de ya no poder vivir, incluso inconscientemente.

Y en el caso del cáncer de mama se trata de una dificultad en expresar los verdaderos sentimientos, de encontrar el justo equilibrio entre el papel de madre y de mujer.

Se ha descubierto que este tipo de cáncer generalmente viene de un fuerte sentimiento de culpabilidad hacia uno mismo o hacia uno o varios de sus hijos. Si me juzgo con demasiada severidad, toda mi ira y mi rechazo se amplificarán y mis emociones estarán ‘expulsadas’ al nivel de mis pechos, que se vuelven el símbolo de mi fracaso.

“Puedo tener miedo que mi nido (hogar) se derrumba, en un sentido más amplio puede agrupar a todos los que viven en el mismo techo, incluyendo a mi pareja y mis hermanos y hermanas. El lado izquierdo corresponde al campo afectivo y el derecho al racional”, explica Martel.

Todas las emociones sirven para algo, el miedo en particular sirve para sobrevivir y puede ser producto de alguna amenaza real o simbólica.

En los casos de cáncer de mama se juntan los cinco miedos universales: a la muerte, a la pérdida de autonomía, a la soledad, a la mutilación y el miedo a la humillación, a pasar vergüenza.

Es decir, una persona con cáncer de mama vive desde el miedo generalizado y a la muerte, hasta la incertidumbre por su vida futura, a experimentar pocas esperanzas de recuperación, a saber que va a enfrentar tratamientos complicados y dolorosos, a pensar en una prolongación momentánea de la vida y en no saber qué va a pasar con su familia (nuclear y extensa), amigos, vecinos y sus relaciones laborales.

Después llega una doble crisis más, pues llega la exposición al riesgo médico quirúrgico, la administración de tratamientos y medicamentos, y la extirpación de uno o los dos senos.

A muchas de ellas llega la desesperanza por la vida y pensamientos continuos relacionados con la muerte, la minusvalía física y ocupacional, el sentirse vistas morbosamente e incluso rechazadas por su pareja.

Además experimentan una sensación de sentirse deformadas, mutiladas, incapaces de verse al espejo y de funcionar sexualmente, sienten que envejecieron prematuramente, viven con estrés crónico y con dificultades para dormir.

También viven las fases del duelo: negación, frustración, negación y aceptación. Atraviesan por periodos de depresión con autoagresión (ideas de suicidio) y agresión a los demás, algunas son incapaces de expresar sus sentimientos y emociones, y los medicamentos les provocan sequedad vaginal y pérdida de la libido.

Por lo tanto, debido a todas las consecuencias que trae el cáncer de mama es importante recibir la mayor información y el máximo apoyo médico, pero también terapéutico.

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