¿Cuánto falta para la elección?

27 de abril 2024

15 de mayo 2023

Política

Elección en Coahuila: ¿Pacto PRI-Mor?

La realidad es que no existe ningún indicio público concreto de algún tipo de pacto entre Morena y el PRI, pero la dinámica que rodea la campaña de Armando Guadiana ha profundizado la idea de un arreglo en algunos sectores de la clase política coahuilense

Por Rodrigo Carbajal

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Estas son las últimas tres encuestas publicadas sobre el proceso electoral de la gubernatura de Coahuila. La conclusión es evidente: la división de la izquierda le está costando la elección a la 4T.

Un importante operador político de Coahuila, que habló con Código Magenta, resume la situación en una frase: “Morena abandonó a Guadiana”. El candidato del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador ha llevado una campaña marcada por la falta de coordinación entre los liderazgos de la 4T, un discurso fragmentado y un trabajo de operación de tierra y de estructuras que dista mucho de la imagen que ha construido Morena como aplanadora electoral.

El principal argumento que sostiene la tesis de que Morena no está haciendo lo suficiente para apoyar a su candidato en Coahuila tiene nombre y apellido: Ricardo Mejía. El candidato del PT tendría que declinar a favor de Armando Guadiana para que la 4T sea competitiva electoralmente frente al candidato del PRI, Manolo Jiménez.

A pesar de esta realidad matemática, ningún alto funcionario de Morena o del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha operado políticamente para que Mejía salga de la contienda y se sume al proyecto de Guadiana. Este reclamo tiene como principal destinatario al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien mantiene cercanía política con Mejía. La relación del titular de Bucareli con el ex subsecretario de Seguridad Ciudadana está cristalizada en las visitas que ha hecho a los eventos de Mejía, en Coahuila, Ricardo Peralta, el jefe de la Alianza Patriótica 4T, uno de los principales grupos de movilización electoral vinculados a la Secretaría de Gobernación.

Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, han declarado que el único representante de la 4T en Coahuila es Armando Guadiana. Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, dijo que Mejía “está en posibilidad de convertirse en héroe democrático”. Incluso, el propio Adán Augusto López acudió a reforzar el relanzamiento de la campaña de Morena en Coahuila. Pero hasta ahí. El respaldo a Guadiana se queda en el discurso.

A mediados de abril, el equipo de campaña de Armando Guadiana circuló la versión de que habría una negociación en curso con Ricardo Mejía para que éste declinara a cambio de ser nombrado fiscal General del Estado. No obstante, el candidato del PT refutó esta versión: “Yo no voy a declinar, yo voy a ganar la elección. Antes muerto que declinar por alguien corrupto como Guadiana”, dijo Mejía.

En una entrevista para el periódico Vanguardia de Saltillo, Monreal, considerado uno de los patrocinadores políticos de Guadiana, explica el status de la campaña del candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila: “Nos hicieron un llamado a los aspirantes a la Presidencia a respaldar a Armando Guadiana. Se percibe que hay confusión y creo que le ha faltado acuerpamiento, acompañamiento a Armando como nuestro abanderado. ‘Cerrar filas’ con Guadiana en una frase simple”.

De acuerdo a una encuesta de De las Heras, recabada en Coahuila entre el 20 y el 23 de abril, la identificación partidista con Morena pasó de 42 por ciento en febrero a 29 por ciento en abril. Además, la intención de voto a gobernador a favor de Morena, considerando únicamente el partido, descendió de 38 por ciento en febrero a 24 por ciento en abril.

Los números son un reflejo de la raquítica campaña de Guadiana y alimentan la hipótesis de que “el PRI y Morena hicieron un pacto y le van a entregar Coahuila a los Moreira”, como sostiene públicamente el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Alfonso Danao.

La realidad es que no existe ningún indicio público concreto de algún tipo de pacto entre Morena y el PRI, pero la dinámica que rodea la campaña de Guadiana ha profundizado la idea de un arreglo en algunos sectores de la clase política coahuilense.

Para algunos, Alberto Anaya, dirigente del Partido del Trabajo, difícilmente habría negociado la candidatura a la gubernatura de Coahuila con Ricardo Mejía sin la autorización del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hace un año, en el peor momento de la relación de Armando Guadiana con el presidente Andrés Manuel López Obrador, Mejía estaba perfilado como el único precandidato de la 4T a la gubernatura de Coahuila, tenía un foro semanal en la conferencia mañanera y había logrado reclutar a algunos viejos liderazgos del PRI en Coahuila.

No obstante, algo cambió en el tablero político de la 4T. Guadiana ganó la encuesta interna de Morena y el presidente López Obrador le pidió a Mejía aceptar el resultado. La coalición política de AMLO intentó arropar a Guadiana cuando se definió que el senador y empresario carbonero sería el candidato de Morena en Coahuila. Carlos Torres, jefe de programas sociales de Presidencia, y Pedro Haces, dirigente del sindicato CATEM, rápidamente se sumaron al proyecto de Guadiana.

Aunque algunos liderazgos de la 4T, como Citlalli Hernández y Alfonso Durazo, han visitado Coahuila, el apoyo político real hacia Guadiana se ha ido desvaneciendo. En palabras de un miembro de la clase política de Coahuila, “nadie quiere ser el rostro de la derrota”.

Mientras tanto, Mejía es el único candidato que ha registrado crecimiento en el nivel de preferencia y de conocimiento en las encuestas. En el War Room del candidato del PT apuestan a llegar a un punto de inflexión que convierta a Mejía en la opción más competitiva de los partidos de la 4T.

La estrategia del ex subsecretario de Seguridad Ciudadana está basada en un creciente antagonismo con Armando Guadiana. Los ataques e insultos hacia el candidato de Morena están haciendo cada vez menos posible el escenario de una declinación.

La semana pasada, Claudia Sheinbaum declaró que Mejía había abandonado el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador. El candidato del PT respondió: “Sheinbaum no es nadie para decir quien pertenece a la 4T”. Los desafíos de Mejía a las peticiones del presidente López Obrador y a quien es vista como la aspirante con mayores posibilidades de alcanzar la candidatura presidencial de Morena son altamente inusuales en un movimiento político que no permite el disenso.

Los partidos que en el 2018 conformaron la Coalición Juntos Haremos Historia hoy van por separado en la elección a la gubernatura de Coahuila. En conjunto, Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde representan alrededor del 50 por ciento de las preferencias electorales. Incluso en Coahuila, un estado con alto desarrollo industrial que no conoce la alternancia política, la marca 4T mantiene un fuerte peso político.

Sin embargo, el quiebre Guadiana-Mejía y la operación política para colocar a Lenin Pérez como candidato del Partido Verde han fragmentado a la coalición del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el War Room de Manolo Jiménez, candidato del PRI-PAN-PRD, aseguran que no existe ninguna negociación con Morena y que su campaña está enfocada en la “localización” de la elección y en un intenso trabajo de tierra con las estructuras tradicionales del partido.

Jiménez ha hecho énfasis en la necesidad de mantener una política de continuidad con el gobierno de Miguel Riquelme y en la importancia de no ceder en el blindaje de Coahuila, que podría replicar la situación de Tamaulipas y Zacatecas si la 4T llega al poder en el estado.

El PRI ha establecido alianzas con todos los ex gobernadores que siguen activos políticamente y ha sumado a su proyecto a los liderazgos del PAN en el estado, Guillermo Anaya y Esther Quintana, quienes acusaron un fraude electoral en la elección de 2017 que derivó en la elección de Miguel Riquelme.

La elección de Coahuila, que ha demostrado poca sustancia, tiene dos temáticas principales: la política de seguridad y un referéndum sobre la 4T.

Por ahora, el único factor que podría cambiar el rumbo de la elección es que el entorno del presidente Andrés Manuel López Obrador opere para unificar a la izquierda en el estado. De lo contrario, será difícil convencer a muchos de los escépticos de que no existió algún pacto en Coahuila.

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