Elección 2023: la antesala

Inicia la jornada electoral para elegir a gobernadores en Estado de México y Coahuila. Esta es la última aduana antes de que el sistema político mexicano se aboque a la definición de la sucesión presidencial de 2024.

La contienda arranca en medio de declaraciones de la dirigencia nacional de Morena de que grupos violentos asociados al PRI están intimidando a operadores del partido oficialista.

Este reclamo ha sido secundado por Armando Guadiana, candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila: “El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís que saque las manos del proceso electoral… están levantando gente en Saltillo, en Torreón”.

Las declaraciones de Guadiana y de Mario Delgado, presidente de Morena, son interpretadas por operadores priistas como una táctica de miedo. La acusación subraya la tensión que rodea a la contienda.

Tanto Estado de México como Coahuila representan los últimos bastiones del PRI en el país. Se trata de las entidades en las que el partido fundando por Plutarco Elías Calles nunca ha perdido una elección.

En Estado de México, la elección está marcada por el interés de dos grupos de poder:

El Grupo Atlacomulco, que reúne a la élite política y empresarial priista, cuya mayoría apoya a la candidata del PRI, la ex secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Alfredo del Mazo, Alejandra del Moral.

El Grupo Texcoco, que cobija las ambiciones políticas de Delfina Gómez, candidata de Morena, y que es liderado por el senador morenista Higinio Martínez y el ex titular de la Agencia Nacional de Aduanas, Horacio Duarte.

En Coahuila, la elección se trata de un referéndum a las políticas del gobernador priista Miguel Riquelme. El candidato del PRI, Manolo Jiménez, plantea una oferta de continuidad en el manejo de la seguridad y en la capitalización de oportunidades derivadas del fenómeno nearshoring.

El proceso se ha caracterizado por la división de la izquierda y los cambios de lealtades en la coalición de los partidos del presidente Andrés Manuel López Obrador: Morena, PT y Partido Verde.

Tanto en Coahuila como en Estado de México, el reto está en vencer un alto nivel de abstención, lo cual reduciría la influencia de la movilización electoral y del financiamiento paralelo de las campañas políticas.

Es el momento de la antesala electoral. La ciudadanía decide el rumbo del país.