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14 de octubre 2025

18 de agosto 2025

Política

El viaje de «Andy» a Japón exhibe lujos e hipocresía

Los escándalos de la clase política morenista están consumiendo al círculo íntimo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por Redacción Magenta

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En cuestión de semanas, Andrés Manuel López Beltrán, Beatriz Gutiérrez Müller y Adán Augusto López han sido colocados bajo escrutinio público por distintas razones. El hijo, la esposa y el operador político más importante del ex mandatario enfrentan horas bajas.

En ese sentido, la sensación de hipocresía e impunidad en los más altos niveles de la 4T se alimenta de un nuevo incidente: la revelación que hizo Aristegui Noticias de los detalles del viaje a Japón de ‘Andy’ López Beltrán. Esto volvió a colocar en el centro de la discusión pública la distancia entre el discurso de la “justa medianía” y los hábitos de consumo de parte de la élite morenista. Facturas del hotel The Okura Tokyo documentan gastos por al menos 177 mil pesos en 14 días y una cena de 377,600 yenes (47,627 pesos) en el restaurante Sasanka. El episodio no es aislado: coincide con un verano de viajes y ostentación de figuras del oficialismo y con nuevas polémicas que alcanzan a Beatriz Gutiérrez Müller, al secretario de Educación, Mario Delgado, al coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López y a una pléyade de legisladores y funcionarios federales.

Las cuentas exhibidas incluyen cargos por hospedaje, restaurantes y servicios del hotel, así como consumos en spa y el minibar. El monto total reportado por semana asciende a 500,410 yenes (63,057 pesos) y 905,120 yenes (14,164 pesos), respectivamente. El registro de la cena más onerosa corresponde al 22 de julio. En su carta del 5 de agosto, López Beltrán defendió que pagó “7,500 pesos por noche…con desayuno incluido”, pero los comprobantes contradicen esa narrativa de austeridad.

La dirigencia de Morena y la Presidencia han reiterado llamados a “gobernar con el ejemplo” y evitar lujos, en sintonía con la línea que el propio partido formalizó este año (austeridad, restricción de actos ostentosos y viajes de primera clase) para limpiar su imagen. Aun así, los casos recientes erosionan ese compromiso y exponen tensiones internas.

En España, el diario ABC publicó que Gutiérrez Müller preparaba una mudanza a Madrid, al exclusivo barrio de La Moraleja. El reporte la situó “en la batalla política” por su presunta “vida madrileña”. La historiadora lo desmintió: “No me he ido a vivir a ningún otro lado”, afirmó en un comunicado, y aclaró que sigue radicando y trabajando en México. Sin embargo, la carta que publicó para refutar la información no descarta planes para mudarse a España. La controversia ilustra el clima de sospechas que rodea a la familia del ex presidente. La imagen de austeridad que cultivó López Obrador durante su carrera política genera una disonancia cognoscitiva con el estilo de vida de su esposa y de sus hijos mayores de edad.

No se trata de una narrativa específica adecuada al entorno de López Obrador. Esta parece ser la realidad de la coalición gobernante. Escándalos recientes, como las compras de lujo de los diputados Sergio Gutiérrez Luna y Diana Karina Barreras o la fiesta en España del legislador y líder sindical, Pedro Haces, ponen de relieve la frivolidad de la clase política que está en el poder.

Los cuestionamientos trascienden el mero simbolismo. Las sospechas de enriquecimiento ilícito alcanzan a redes de poder conectadas a tramas de financiamiento ilegal de campañas políticas o estructuras para introducir combustible de manera ilegal a México.

Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad documentó que Alex Tonatiuh Márquez Hernández, administrador central de Investigación Aduanera (ANAM), declaró una colección de relojes de lujo valuada en 7.7 millones de pesos, adquiridos “de contado”. En paralelo, El Universal reportó que autoridades federales lo indagan por presuntas operaciones financieras irregulares vinculadas a la empresa Aledo S.A. de C.V., con un trazo de 257 millones de pesos en movimientos sospechosos. Son señalamientos que el funcionario deberá aclarar, pero cuyo volumen y origen cuestionan la congruencia con la austeridad pregonada.

En un caso paralelo, Latinus reveló que el secretario de Educación y ex dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, reportó en su declaración patrimonial la compra de un departamento en Reforma 222 por 1.5 mdp, cuando su valor real es 15 mdp. Tras el reporte, Delgado reconoció un “error de captura”, aseguró que corrigió desde mayo y explicó el origen del pago (venta de un terreno e hipoteca por 4 mdp). El Universal confirmó la rectificación y los montos. Aunque la versión oficial alega una falla administrativa, la discrepancia inicial de diez a uno mina credibilidad en el estándar de transparencia.

La sucesión de la temporada de escándalos de la 4T inició en Tabasco: Adán Augusto López, ex secretario de Gobernación y ex gobernador de esta entidad, a quien López Obrador llama su “hermano”, carga con la responsabilidad política de haber nombrado como secretario de Seguridad Pública estatal a Hernán Bermúdez Requena, prófugo de la justicia por una acusación federal que lo vincula con el Cártel de “La Barredora”. La orden de aprehensión emitida por un juez federal ha subrayado la participación de un grupo criminal que contó con protección del Estado para enriquecerse del tráfico de drogas, el contrabando de combustible y la trata de personas.

¿El común denominador de los escándalos? Se trata de privilegias vinculados a imposiciones políticas que Andrés Manuel López Obrador heredó al régimen que ahora preside Claudia Sheinbaum.

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