El secreto de Slim

El 11 de marzo de 2023 es una fecha clave para Carlos Slim. Es el día límite para que a Telmex se le renueve su concesión como el mayor operador de telecomunicaciones del país.

No se trata de un paso automático. Telmex tendría que comprobar que ha dejado de ser un agente económico preponderante

“Después de 31 años de estar explotando la concesión de la compañía telefónica, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) decidió, en el año 2016, en pleno escándalo en la Casa Blanca en el gobierno de Peña Nieto, autorizar la ampliación de la concesión por 30 años más en favor de Carlos Slim”.

Él es José Martínez, uno de los periodistas que mejor conoce a Carlos Slim; no solo lo ha entrevistado varias veces y ha escrito libros acerca de él, sino que durante algunos años fue un invitado recurrente a la oficina del hombre más rico de México.

“A mí me tocó ver, durante años, en la antesala de la oficina de Carlos Slim lo mismo a diputados que senadores”.

La historia de Carlos Slim no puede entenderse sin la referencia de captura regulatoria, abuso de poder de mercado y presión política que ayudaron a construir una fortuna valuada en 77 mil millones de dólares de acuerdo a Forbes.

El ingeniero enfrenta presiones sin precedentes en este momento: la investigación del colapso de la Línea 12 que, de acuerdo al New York Times, involucra en términos severos a Grupo Carso.

La inminente huelga del sindicato de Telmex que podría paralizar el acceso a Internet en todo el país o el dilema que enfrentan las subsidiarias de América móvil para contratar a Huawei como proveedor de tecnología 5G.

A esto se suma lo que José Martínez describe como uno de los grandes escándalos corporativos en México.

“Yo le pregunté a la responsable de concesiones ¿cuánto pagó Carlos Slim por la ampliación de la concesión por 30 años? Y me dijo: 5 mil 742 pesos”.

De acuerdo a José Martínez, detrás de esta cifra, existió un esfuerzo de cabildeo del entorno de Carlos Slim para que fuera el IFT y no presidencia de la República quien renovará la concesión a Telmex; es decir, se buscó despolitizar el proceso para sacar de la ecuación al poder Ejecutivo.

En los hechos, se sacó de la negociación a Andrés Manuel López Obrador a quien -en el entorno de Carlos Slim- veían como un contendiente serio para ganar las elecciones de 2018.

“Hubo un cabildeo de personas cercanas al ingeniero Carlos Slim para ir sensibilizando, seduciendo a diputados y de esa manera influir en la toma de decisiones. ¿Qué fue lo que ocurrió? El primer paso que dieron fue reformar la Constitución y crear la Ley Federal de Telecomunicaciones, por lo cual se dieron los primeros pasos para dejar afuera de la toma de decisiones a los futuros presidentes del país y que el IFT fuera quien decidiera todo lo referente a la asignación de las concesiones”.

El tema de fondo es que Telmex y su matriz, América Móvil, siguen siendo un agente económico preponderante. Al cierre del 2020, el principal monopolio de telecomunicaciones del país tenía una participación de mercado del 64%, de acuerdo a Competitive Intelligence Unit.

De hecho, la etiqueta de agente económico preponderante fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia en marzo de este año. A pesar de ello, no hay señales evidentes de que el IFT vaya a revocar la concesión del 11 de marzo de 2023.

Todo apunta a que el grupo económico de Carlos Slim recibirá la autorización, salvo que ocurra algo sin precedentes en la era moderna de la política mexicana: que el presidente de México, es decir, Andrés Manuel López Obrador, imponga un veto presidencial para obligar al principal monopolio de telecomunicaciones a cumplir con la ley.

“Hay muchas señales de violación al título de concesión, que la misma solicitud de renovación se presentó fuera de tiempo y aun así se le otorgó, con reservas, en 2016 para que fuera el 11 de marzo del año 2023 cuando se tome la decisión, determinante, definitiva de si se le otorga o no.

“Ok, los abogados de Slim pueden decir que ellos ya pagaron 5 mil 742 pesotes (sic) y que tienen derecho a explotar la telefónica por otros 30 años… pero el presidente de la República tiene a su favor el veto presidencial, a decir ‘no estoy de acuerdo, recurro a ese derecho y ordeno que se restituya para el patrimonio de la nación, Teléfonos de México’”.

Es decir, José Martínez habla de una decisión histórica en el último tramo del gobierno de López Obrador y lo cuestiona directamente: ¿El presidente que lanzó una ofensiva contra el modelo neoliberal, se pondrá del lado de Cuauhtémoc Cárdenas, quien impugnó la privatización de Telmex en 1990 o de Carlos Salinas de Gortari, cuyo gobierno entregó la concesión?