El Partido Republicano le declara la guerra a los cárteles mexicanos

¿Qué pasó?

Kevin McCarthy quiere ser el próximo vocero de la Cámara de Representantes y su principal bandera de campaña es asumir la posición del ala radical del Partido Republicano: que los cárteles de la droga de México representan la principal amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.

¿Por qué importa?

• Tras ganar la reelección, el gobernador de Texas, Greg Abbott declaró una invasión en la frontera, invocando artículos de la Constitución federal para “tomar medidas extraordinarias” contra cárteles de la droga e indocumentados.

• El gobierno de Texas, un enclave del Partido Republicano, está presionando políticamente al gobierno federal de Joe Biden a tomar una postura más agresiva en términos de la seguridad fronteriza.

El contexto:

• La interpretación del Artículo 1 Sección 8 y del Artículo 5 Sección 4 que ha hecho The Center for Renewing America, un think tank cercano a Donald Trump y que ha asesorado al gobierno de Abbott, implica que los estados tienen facultades para enviar agentes de seguridad a territorio mexicano sin autorización federal.

• La decisión de Abbott ratifica el anuncio que hizo su gobierno hace semanas, cuando se designó a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. El objetivo de tal política, dijo, es “autorizar completamente a Texas a tomar medidas sin precedentes para defender nuestro estado contra una invasión”.

Los detalles:

• Enarbolando esa misma bandera, Kevin McCarthy viajó a El Paso, Texas, como parte de su campaña para ser el próximo vocero de la Cámara de Representantes y dejó en claro que la primera prioridad del Partido Republicano es la seguridad de la frontera con México.

• Para ello solicitó la renuncia del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, al afirmar que se ha “socavado activamente” la aplicación de la ley de inmigración, en momentos en que la Patrulla Fronteriza ha registrado un alza en el número de arrestos (casi 2.4 millones en el año fiscal hasta el mes pasado).

• En su visita a El Paso, McCarthy estuvo acompañado por un grupo de representantes republicanos, la mayoría de Texas, entre los que se encontraban Tony Gonzalez, Dan Crenshaw, Brian Babin y August Pfluger.

• A casi 2 mil millas de distancia de Washington, el californiano amenazó con iniciar una serie de investigaciones en contra Alejandro Mayorkas, las cuales podrían derivar en un juicio político el año próximo.

• “Si el secretario Mayorkas no renuncia, los republicanos de la Cámara investigarán cada orden, cada acción y cada falla para determinar si podemos iniciar investigaciones de juicio político”, expresó McCarthy desde la frontera, en declaraciones recabadas por La Política Online.

• Se trata del tercer viaje de McCarthy al sur de Texas desde que Joe Biden asumió la presidencia y el primero desde que fue nominado a ocupar el puesto que dejará vacante Nancy Pelosi como líder del Congreso estadounidense.

• La semana pasada, McCarthy envió una carta a sus colegas republicanos, en la que estipulaba a la frontera sur como “el tema más importante que enfrenta el nuevo Congreso”, lo que confirma que el ala radical del partido no cesará en criticar la actual política fronteriza de los demócratas.

• “La jugada de McCarthy es personal, pero también partidaria. Pasada la campaña electoral, los republicanos vuelven a apuntar contra el presidente con un tema que sigue sin solución”, aseguró al respecto el representante republicano, Dan Crenshaw, quien podría ocupar la presidencia de la Comisión de Seguridad Nacional en la cámara  baja.

• Además de McCarthy, el senador Ted Cruz ya había solicitado el mes pasado la renuncia del secretario Mayorkas, bajo la misma consigna de encarar un juicio político. Sin embargo, este martes, el Departamento de Seguridad Nacional anunció en un comunicado que éste no tiene intenciones de renunciar y que se enorgullece de seguir avanzando en la “misión” del departamento.

• “El Departamento continuará nuestro trabajo para hacer cumplir nuestras leyes y asegurar nuestra frontera, mientras construye un sistema de inmigración seguro, ordenado y humano.

• “Los miembros del Congreso pueden hacer algo mejor que señalar con el dedo a otra persona; deberían sentarse a la mesa y trabajar en soluciones para nuestro sistema roto y leyes obsoletas, que no han sido revisadas en más de 40 años”, se lee en el documento.