¿El ocaso de un fiscal?

A pesar de las repetidas manifestaciones de respaldo desde Palacio Nacional, el fiscal general Alejandro Gertz Manero debe estar escuchando pasos.

Los pocos avances en los principales casos de corrupción política están poniendo en entredicho la misión fundamental de la Cuarta Transformación.

No solo se trata del fracaso en extraditar de Estados Unidos al exgobernador de Chihuahua, César Duarte, y de Israel, al ex jefe de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón y al presunto acosador sexual, Andrés Roehmer. Tampoco se trata únicamente de la posible liberación anticipada del exmandatario de Veracruz, Javier Duarte o del amparo en favor de la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles.

Tampoco de la huida a Estados Unidos del empresario Alonso Ancira y su resistencia a cumplir con lo pactado. Tampoco del ex líder sindical Romero Deschamps y sus 10 carpetas de investigación abiertas. Y mucho menos de los más tres mil mexicanos que aparecieron en los Pandora Papers como titulares de cuentas en paraísos fiscales… y que -seguramente- no serán investigados por las autoridades mexicanas.

No. Se trata del estancamiento del caso más importante del sexenio: el caso Emilio Lozoya. Si, del mismo Lozoya que fue evidenciado la pasada semana comiendo impunemente en un lujoso restaurante ubicado en el sector de Las Lomas, en la Ciudad de México.

Y es que el ex director de Pemex -hoy testigo protegido de la Fiscalía General de la República- tiene como fecha límite este 3 de noviembre para presentar pruebas que impliquen a uno de sus entonces superiores en el esquema de sobornos que -de acuerdo con Lozoya- fue gestionado para aprobar la Reforma Energética durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

De no presentar evidencias contundentes el 3 de noviembre, el testigo protegido estrella deberá perder dicha condición y deberá ser aprehendido. De lo contrario se acrecentará la presión sobre el fiscal Gertz Manero, quien según trasciende, ya tendría posible sustituto. Sí, Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y quizá la cara más reconocida de la lucha anticorrupción de la 4T.

De acuerdo con fuentes de la Fiscalía citadas por el periodista Salvador García Soto, varios nombramientos clave recientes dentro de la institución dan cuenta de un reacomodo que tendría como objetivo preparar el posible relevo del fiscal Gertz Manero.

Entre ellos, la integración de dos ministerios públicos federales de Chihuahua, Beatriz Adriana Aréchiga Bermúdez y Estefanía Arzate Bandan, a la FGR.

Pero también, el posible nombramiento del ex fiscal de ese estado, César Peniche Espejel, figura cercana al exgobernador Javier Corral, quien a su vez mantiene un vínculo cercano con Santiago Nieto.

Para Alejandro Gertz Manero, la fecha clave es el miércoles 3 de noviembre de 2021. Una caída en el caso Emilio

Lozoya podría tener más peso en la permanencia del fiscal general autónomo, que la impunidad del 95 por ciento que no ha podido superar la Fiscalía bajo su cargo.

Dado que la fiscalía es autónoma, al menos eso dice la Constitución; Gertz Manero no podría ser removido por el presidente y su destitución desde el Senado abarca estatutos muy específicos que están en entredicho. No obstante, el poder del Ejecutivo podría llevar al fiscal a retirarse por motivos de salud, como es usual en el sistema político mexicano.

Porque la lucha anticorrupción de la 4T, con o sin Gertz Manero, tiene un vasto camino por recorrer.