El no debate del Frente Amplio

Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y Santiago Creel intercambiaron puntos de vista sobre la situación de México en el primer foro de discusión del Frente Amplio por México. Fue un ejercicio limitado por las restricciones de una ley electoral que impide realizar propuestas concretas.

Sin embargo, la importancia de este “no debate” reside en que esta es la antesala del proceso que definirá al candidato presidencial del principal bloque de oposición en el país: una consulta directa que será cotejada con un estudio de opinión.

Los participantes dedicaron gran parte de su discurso a dos figuras ausentes en el templete: el presidente Andrés Manuel López Obrador y el PRD, que es el único socio propiamente de izquierda en la coalición del Frente Amplio por México.

Respecto al primero, los aspirantes coincidieron en que López Obrador exhibe rasgos recientemente autoritarios.

“Nos encontramos en un momento crucial de la vida de México. Un momento en que la experiencia democrática acumulada, en que los demócratas del país desmontamos el régimen de partido hegemónico, vivimos con sorpresa una regresión autoritaria, disfrazada de proyecto progresista. Ha sido una traición a la votación democrática”, declaró Beatriz Paredes. La senadora priista fue crítica con el presidente, pero, al igual que Santiago Creel, reconoció también los déficits de los gobiernos de la transición democrática. Paredes dijo que López Obrador significa una reacción a los errores del pasado.

Enrique de la Madrid intentó mostrar una faceta de indignación respecto a las fallas  más evidentes del gobierno actual: la política de seguridad y la política de salud. “Me indigna ver un México que se desangra”, dijo el aspirante priista.

La “fallida” política de seguridad de la administración de Andrés Manuel López Obrador fue un tema recurrente en la discusión. Xóchitl Gálvez, que centró su mensaje en la idea de que ella representa al antagonista natural del presidente, dijo que “tiene los ovarios suficientes para enfrentar al crimen organizado”.

La declaración ha hecho eco en el comentario que hizo la semana pasada, y que fue criticado por el sector progresista del Frente Amplio por México, de que hay experiencias de la política de seguridad de Felipe Calderón que deben recuperarse.

Santiago Creel, fiel a su estilo, asumió el papel de la figura moderada. No obstante, realizó una crítica enfática a la reedición de libros de texto. El diputado del PAN calificó como “un crimen” la política educativa de la administración de López Obrador.

En relación al PRD, los cuatro aspirantes extendieron una rama de olivo al partido de izquierda, un intento de reparar las tensiones que provocó la exclusión de sus militantes, Miguel Mancera y Silvano Aureoles, de la segunda ronda del proceso interno del Frente Amplio por México. Los cuatro participantes dijeron que el Partido de la Revolución Democrática será tomado en cuenta en sus proyectos políticos.

El formato del diálogo favoreció un enfoque constructivo, de no confrontación. Sin embargo, hubo un momento de leve tensión, cuando Beatriz Paredes declaró que existe un alto riesgo de cometer un error si se elige a un liderazgo carismático. La senadora del PRI matizó que no hacía referencia a su compañera, Xóchitl Gálvez, pero algunos miembros de su equipo así lo interpretaron.