El fracaso del Insabi

¿Qué pasó?

El IMSS tomará control de la estructura de salud a nivel estatal para recuperar el terreno perdido tras el fracaso del programa emblema de esta administración, el Insabi, el cuál prácticamente ha sido desmantelado por el gobierno federal.

¿Por qué importa?

• El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se creó con la misión de reemplazar el Seguro Popular y lograr lo que este no pudo: darle salud gratuita a 69 millones de mexicanos, una situación que a casi tres años de su nacimiento no ha cumplido.

• El gran fracaso de este programa radica en que no consiguió reducir la carencia en la cobertura de servicios de salud. De acuerdo al Coneval, entre 2018 y 2020, 35.7 millones de personas reportaron no estar afiliadas, inscritas o tener derecho a recibir servicios de salud en una institución pública o privada. (15.6 millones más en dos años).

• En 10 años, de 2008 a 2018, el desaparecido Seguro Popular había logrado reducir esta brecha al pasar del 38.4 por ciento de la población que no gozaba de ningún tipo de cobertura a registrar un notable 16.2 por ciento.

El contexto:

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que a partir del 1 de abril y comenzando en Nayarit, el programa IMSS-Bienestar se hará cargo de suministrar servicios de salud y medicamentos a personas que no cuentan con seguridad social.

Los detalles:

• Expertos en la materia han advertido de las implicaciones que traerá al gobierno federal la búsqueda de centralizar los servicios de salud con un programa que se encargaba de atender a poblaciones rurales con servicios médicos básicos de primer y segundo nivel.

• Aunque el gobierno federal ha dicho que la transferencia de los hospitales estatales al IMSS-Bienestar se hará bajo los principios de continuidad de los servicios de atención médica; libre asociación de los gobiernos de los estados (con los que se han firmado acuerdos y convenios) y libre adscripción de los trabajadores y transparencia total en la información todavía no están claras sus reglas de operación, desde cómo funcionará y cómo va a financiarse.

• “La improvisación de esa nueva cosa que llamaron Insabi, fracasó porque ese era el instrumento que habían dicho que iba a ser el que iba a consolidar los servicios (de salud) para más de 60 millones de mexicanos y nunca lo logró.

• “El IMSS-Bienestar se concentró en 19 estados de la República y esa presencia es mayoritariamente rural para primero y segundo nivel de atención, tiene muy pocas clínicas y no tiene experiencia en alta especialidad, en el tercer nivel de atención”, refirió al respecto el legislador por Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski, en entrevista con Forbes México.

• En tanto, Gustavo Merino, catedrático en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard y subsecretario de Desarrollo Social en el gobierno de Felipe Calderón, afirmó que la centralización de los servicios de salud traería como consecuencia una menor eficiencia en la operatividad y calidad.

• “En países tan grandes se suele descentralizar servicios para que los temas se atiendan localmente, donde las autoridades conocen mejor la problemática. Por ejemplo, es difícil que aquí una oficina de la Ciudad de México esté al tanto de lo que sucede en Torreón, Coahuila, o en Córdova, Veracruz. El centralizar tiene un costo de eficiencia, de operatividad y calidad en los servicios”, afirmó el también director de la Iniciativa de Política y Salud Pública del Tecnológico de Monterrey.

• Por el momento, la nueva versión del IMSS-Bienestar arrancará en Nayarit con la operación de 17 hospitales del estado y 261 centros de salud de primer nivel, donde estarán inscritos 4 mil 627 trabajadores. La meta este año es lograr la cobertura en 13 estados del país.