1 de febrero 2022
Política
El estigma de corrupción que persigue a Baker Hughes
En el 2007, Baker Hughes se declaró culpable ante una corte estadounidense de violar la FCPA por repartir sobornos en Kazajistán. La situación se volvió un caso de estudio de Harvard. Ahora, la firma petrolera niega cualquier conflicto de interés en México
Por Redacción Magenta
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¿Qué pasó?
Pese a que hace casi 15 años, Baker Hughes se declaró culpable ante una corte estadounidense de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA por sus siglas en inglés), ahora la petrolera niega cualquier conflicto de interés en México.
¿Por qué importa?
José Ramón López Beltrán, el hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, vivió dos años en una casa propiedad de un alto ejecutivo de Baker Hughes, firma de servicios petroleros que tiene contratos vigentes con Pemex por 151 millones de pesos.
El contexto:
- Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus dieron cuenta de los hechos. Inclusive, la primera publicó esta semana un fragmento del contrato que Pemex, bajo la administración de López Obrador, firmó con la firma de servicios petroleros Baker Hughes por 85 millones de dólares.
- El contrato está fechado el 19 de agosto de 2019, un mes antes de que el hijo del presidente ocupara una casa en los suburbios de Houston (valuada en un millón de dólares) propiedad de Keith Schilling, quien entonces fungía como director comercial de Baker Hughes.
Los detalles:
- A través de un comunicado y tras darse a conocer la investigación que liga a la compañía con el hijo de AMLO, José Ramón López Beltrán, la compañía se deslindó del caso al asegurar que la propiedad en cuestión pertenecía a un ex empleado que no estaba involucrado en sus operaciones en México.
- “El inmueble nunca ha sido propiedad ni administrado directa o indirectamente por Baker Hughes. Baker Hughes no estuvo involucrado en la supuesta transacción y la casa es una propiedad privada que, según los registros públicos, pertenecía a un ex empleado que dejó la empresa en 2019”, se lee en una nota de prensa replicada por El Universal.
- Sin embargo, la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que Keith Schilling se desempeñó en Baker Hughes como director comercial y de ventas a nivel global de julio de 2017 a noviembre de 2018. En ese periodo, la multinacional firmó dos contratos con Pemex, uno de ellos por 66 millones de dólares, el cual sigue vigente en la actual administración federal.
- Posteriormente, Schilling fue ascendido a una de las presidencias de la compañía, cargo que ocupó hasta diciembre de 2019. Antes, el 5 de agosto de ese año, Pemex firmó en Villahermosa, Tabasco, otra asignación con Baker Hughes, esta vez por 85 millones de dólares y la cual tiene vigencia hasta diciembre de 2022.
- En el mismo comunicado, la compañía asegura estar comprometida “con los más estrictos estándares de anticorrupción, transparencia y rendición de cuentas en Estados Unidos” en cada uno de los países en los que opera. Sin embargo, en abril de 2007 se declaró culpable de faltar a sus ideales.
- En aquella ocasión, de acuerdo con registros de The New York Times, Baker Hughes aceptó haber sobornado a funcionarios extranjeros para ganar contratos petroleros en Kazajstán y de realizar pagos ilegales en otros cinco países: Angola, Indonesia, Nigeria, Rusia y Uzbekistán.
- Por los cargos penales y civiles (presentados por la Comisión de Bolsa y Valores), la compañía acordó pagar la cifra de 44.1 millones de dólares, la más grande impuesta hasta el momento por violar la FCPA.
- “Los actos que resultaron en estas acciones de cumplimiento son contrarios a nuestros valores fundamentales, nuestras políticas y nuestras expectativas de comportamiento ético”, expresó en su momento Chad C. Deaton, director ejecutivo de Baker Hughes en un comunicado.