El enemigo está dentro

“Diciembre me gustó pa’ que te vayas”, reza la canción de José Alfredo Jiménez. Y sin duda, para la presidenta Claudia Sheinbaum, noviembre ha sido un mes complicado, el peor de su gobierno. Su aprobación presidencial cayó de 62 por ciento a 41 por ciento, según la medición de Morning Consult. Aún más importante, la estabilidad política y la gobernabilidad del país se están desmoronando de manera acelerada. ¿Se trata de hechos aislados o alguien le está deseando a Sheinbaum una “amarga Navidad”? Analicemos.

1 de noviembre: El asesinato de Carlos Manzo cimbra al país y genera una ola de indignación nacional sin precedentes en el sexenio. El asesino, un joven de 17 años vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, fue ejecutado bajo custodia por uno de los escoltas del alcalde de Uruapan. La Fiscalía General de la República sospecha que los guardaespaldas estaban coludidos. Los deudos de Carlos Manzo, su viuda Grecia Quiroz y el Movimiento del Sombrero exigen que la investigación ahonde en los señalamientos contra sus rivales políticos, el ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, y el senador Raúl Morón. Primer golpe a la gobernabilidad en menos de un mes.

13 de noviembre: La CNTE, el sindicato magisterial disidente que se mantuvo en silencio durante todo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sale a las calles como parte de un paro nacional. Se trata de un grupo de presión que ha recibido financiamiento de parte del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara. No es la primera vez que la CNTE intenta obtener concesiones de la administración de Claudia Sheinbaum. Segundo golpe a la gobernabilidad en menos de un mes.

15 de noviembre: La marcha de la Generación Z reúne a contingentes de todo el país, inconformes por el asesinato de Carlos Manzo, a jóvenes que denuncian el autoritarismo del régimen y a miembros de la oposición tradicional. Se trató de la mayor expresión de descontento en lo que va de la actual administración. Un bloque negro irrumpió la marcha de manera violenta y se confrontó con la policía. Fuentes gubernamentales dijeron al medio La Silla Rota que este grupo de choque está vinculado a Martí Batres, director del ISSSTE, ex jefe de Gobierno interino de la Ciudad de México y miembro del ala más a la izquierda de Morena. Tercer golpe a la gobernabilidad en menos de un mes.

24 de noviembre: La Unión Nacional de Petroleros protesta frente a la Torre de Pemex y exige un aumento salarial de 4.5 por ciento. Este es apenas uno de diez sectores que han convocado a un paro contra las políticas de austeridad fiscal del gobierno federal. Cuarto golpe a la gobernabilidad en menos de un mes.

24 de noviembre: Campesinos y transportistas toman carreteras e implementan bloqueos como parte de un paro nacional que exige un alto a la extorsión, precios de garantía justos y cambios sustanciales a la iniciativa presidencial de Reforma a la Ley de Aguas Nacionales. Denuncian que el gobierno federal no abre la puerta al diálogo y hace caso omiso de las demandas de los agricultores. 36 carreteras cerradas en 17 estados de la República. En Chihuahua, los productores amenazan con una huelga fiscal. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, amenaza a los disidentes con abrir carpetas de investigación. Sus palabras son gasolina que avivan la llama del hartazgo de los campesinos. Quinto golpe a la gobernabilidad en menos de un mes.

James Bosworth, fundador de la firma de inteligencia política Hxagon, refiere en un análisis para World Politics Review que “los altos índices de aprobación de Sheinbaum ocultan una realidad política mucha más profunda: que, en realidad, está restringida y que tiene poco margen de maniobra dada la situación de seguridad, la corrupción de su coalición (notablemente los escándalos que alcanzan a Adán Augusto López y a Andrés Manuel López Beltrán), la dinámica interna de su partido, el inminente procedimiento de revocación de mandato y eso sin mencionar los retos de seguridad e intercambio comercial que emergen de su relación con el presidente estadounidense Donald Trump”.

En paralelo, un reporte de gobernabilidad, elaborado por el académico y analista de inteligencia Ghaleb Krame, enumera la caída de la aprobación presidencial, la crisis de seguridad (18,407 homcicidios en el sexenio y 40 desapariciones diarias), la represión de la marcha del 15 de noviembre, los sectores en paro, el estancamiento económico y la presión de Washington como los síntomas de una estabilidad política en franco deterioro.

Estas dos visiones dibujan un panorama en el que la presidenta Claudia Sheinbaum emerge como una líder mucho más débil y vulnerable de lo que era hace doce meses. El clima de ingobernabilidad es alimentado por una sucesión de asesinatos de alto perfil: Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores de la Jefa de Gobierno Clara Brugada; el abogado David Cohen, el líder de los limoneros de Apatzingán, Bernardo Bravo y el propio Carlos Manzo son parte de una lista parcial de empresarios, políticos y activistas eliminados por el sistema político-criminal.

Al inicio del sexenio, la mandataria neutralizó políticamente a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del ex presidente López Obrador, mediante una operación electoral que evidenció el pobre trabajo del secretario de Organización de Morena en los comicios de Durango y Veracruz. Posteriormente, Sheinbaum otorgó nuevas facultades y poderes a su secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, un antiguo rival de la base política de López Obrador y del ala más a la izquierda de la coalición. Según las propias palabras de García Harfuch, la cruzada contra el huachicol fiscal ha sido el golpe más contundente de esta administración. Adán Augusto López también perdió poder a raíz de la operación de la oficina de García Harfuch contra ‘El Cártel de la Barredora’ y la detención de Hernán Bermúdez Requena, ex secretario de Seguridad Pública de Tabasco.

Sin embargo, ahora, la ‘nomenklatura’ de Morena intenta regresar por sus fueros. Andrés Manuel López Obrador, Andrés Manuel López Beltrán, Adán Augusto López y Audomaro Martínez Zapata, el Cártel de las cuatro A’s de Tabasco, envían mensajes para presionar a la inquilina de Palacio Nacional. En los últimos dos meses, las investigaciones del ‘Cártel de la Barredora’, las causas judiciales contra el huachicol fiscal y los decomisos de hidrocarburos  fueron detenidos. De acuerdo a un reporte basado en fuentes cercanas a ‘Andy’ López Beltrán, el hijo del ex presidenta ya prepara mecanismos para controlar el proceso de encuestas que definirán las candidaturas del oficialismo a las gubernaturas el próximo año.

La presidenta Claudia Sheinbaum se acerca a un punto de quiebre. Muy pronto deberá decidir si va a romper con la herencia de su antecesor o si no lo hará nunca y se plegará a los deseos de la ‘nomenklatura’, con lo que eso implica para su relación con Donald Trump. La prueba de fuego de esta decisión serán los siguientes cambios de gabinete. Hoy, el aparato federal responde en mayor medida al ex presidente Andrés Manuel López Obrador y a sus correas de transmisión. El caso emblemático es la Secretaría de Gobernación. Los liderazgos exclusivamente leales a Sheinbaum se cuentan con los dedos de una mano.

La crisis suscitada por el levantamiento de los agricultores evidenció la incompetencia política de Rosa Icela Rodríguez, titular de Bucareli, así como la del secretario de Agricultura, Julio Berdegué, y del subsecretario Leonel Cota, un personaje cercano al ex presidente que aspira a imponer a su hijo como candidato del oficialismo a la gubernatura de Baja California. El origen del problema está en la reforma a la Ley de Aguas Nacionales. Andrés Sumano, profesor e investigador de políticas públicas en el Tecnológico de Monterrey, argumenta que la ley de aguas “quiere quitarle a los pequeños productores agrícolas las concesiones que tienen y les permiten sembrar cada año y le dan valor a sus tierras para regresarlas a una burocracia que quiere hacerse millonaria revendiéndolas”. ¿Nadie en el círculo íntimo de Sheinbaum anticipó que esta reforma incendiaría la pradera del campo mexicano? ¿Quiénes diseñaron esta reforma no vieron el riesgo político o sabían perfectamente lo que estaban haciendo?

En el fondo, la decisión de Sheinbaum implica conocer el futuro de Omar García Harfuch. ¿Será el sustituto de Rosa Icela Rodríguez en Gobernación, una posición que le garantiza un escaparate como precandidato presidencial, o será aislado de sus funciones en otra institución, como la Fiscalía General de la República?

En el pasado, el sistema reaccionó a la entrega de posiciones de poder al grupo de García Harfuch. El mismo día que Omar Reyes fue nombrado titular de la Unidad de Inteligencia Financiera en sustitución de Pablo Gómez, cuatro eventos cimbraron al país: el delegado de la FGR en Tamaulipas, Ernesto Vázquez Reyna, fue asesinado en Reynosa; en Quintana Roo, ejecutaron al líder sindical Mario Machuca; y en Veracruz, la Mafia Veracruzana arremetió con un motín en el penal de Tuxpan y con la dispersión de restos humanos en Poza Rica.

En comparación, los episodios de desestabilización de noviembre de este año no pueden desligarse de la guerra civil en el interior de Morena. Alguien le está deseando una “amarga Navidad” a Sheinbaum. El enemigo está dentro.