El Ejército y la rendición de cuentas

¿Qué pasó?

• Ayer en la tarde, el secretario de la Defensa Nacional, el General Luis Cresencio Sandoval, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, lideraron la conferencia de prensa sobre los hechos de violencia del fin de semana.

• Ambos funcionarios ratificaron el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador de que los bloqueos y el incendio de vehículos en Baja California fue parte de un ejercicio de “propaganda”.

¿Por qué importa?

• La conferencia envió un mensaje claro sobre quiénes son los funcionarios responsables de la seguridad pública en México.

• Ante el bajo perfil de la secretaria de Seguridad Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, y del activismo político del subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, quedó de relieve la preponderancia del Ejército en la implementación y diseño de la política de seguridad pública mexicana.

• Sin embargo, esto limita la rendición de cuentas. En la historia reciente del sistema político mexicano, ningún secretario de la Defensa Nacional o secretaria de la Marina han sido removidos de sus cargos.

El contexto:

• Expertos coinciden en que la militarización de la seguridad pública, de jure y de facto, inhibe los mecanismos de control constitucional para regular la actuación de las Fuerzas Armadas en labores que antes correspondían al poder civil.

• Además, la estructura militar del aparato de seguridad nacional es menos propenso a la transparencia y a la rendición de cuentas.