El Departamento de Justicia reservó archivos inéditos del caso Ayotzinapa

¿Qué pasó?

El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene en su poder audios inéditos interceptados de manera circunstancial a miembros de Guerreros Unidos, los cuales participaron en el secuestro de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

¿Por qué importa?

• El caso de los 43 desparecidos de Ayotzinapa es una de esas verdades manoseadas, contadas a modo, manipuladas, porque ni de uno ni de otro lado conviene que se revele la verdad a secas.

• Y esa verdad tiene que ver con la llamada Ruta de la Heroína, esa que se gestó desde la década de los 90 en las cercanías de Iguala, en Guerrero y que tuvo su auge en la primera década de este siglo.

El contexto:

• La Fiscalía General de la República (FGR) libró órdenes de aprehensión contra 20 mandos militares y personal de tropa por su posible involucramiento en el caso Ayotzinapa, entre los que se encuentra el general de División, Alejandro Saavedra, el militar de más alto rango en dicha lista.

• Se trata de la primera vez que la justicia mexicana apunta a tal cantidad de miembros de las Fuerzas Armadas desde el procesamiento de siete militares involucrados en el fusilamiento de 22 presuntos delincuentes, la madrugada del 30 de junio de 2014 en Tlatlaya, tres meses antes de la noche de Iguala.

• El informe oficial del caso Ayotzinapa revela que la Secretaría de la Defensa Nacional obstruyó la investigación, se negó a entregar documentos, falló en el seguimiento de un estudiante infiltrado y utilizó el software Pegasus.

Los detalles:

• En primicia, el diario Milenio dio a conocer que el gobierno de EEUU compartió con su contraparte mexicana más de 4 mil mensajes e intercepciones telefónicas, algunas de las cuales se pueden leer en el informe del Caso Ayotzinapa presentado por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia (CoVAJ).

• De acuerdo a la periodista Laura Sánchez Ley, comunicaciones secretas entre líderes de Guerreros Unidos basados en Chicago y operadores del mismo cártel en Guerrero fueron interceptadas por el Departamento de Justicia y la DEA como parte de una investigación que conecta con los hechos de Iguala de 2014.

• Las pesquisas iniciales apuntaban a un hombre llamado Pablo Vega Cuevas, identificado como un narcotraficante de poca monta conocido como “El Transformer” y quien junto a sus cómplices estaba aliado con los hermanos Casarrubias Salgado (Adán, José Ángel y Sidronio, líderes de Guerreros Unidos) para enviar heroína desde Iguala hasta Chicago en camiones de pasajeros.

• En base a las comunicaciones recabadas por los estadounidenses, el informe presentado por el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, plantea la hipótesis de que “el quinto camión contenía mercancía (droga y/o dinero) que pertenecía a Guerreros Unidos”. Milenio dio a conocer que dicha unidad habría burlado 17 retenes de policías federales, estatales y municipales.

• “Se nos metieron los contras con los ‘ayotzinapas’ y hubo una ‘vergaseraaa’”, reza uno de los mensajes enviado por José Ángel Casarrubias Salgado a su hermano mayor, Adán, alias “El Tomate”, horas después de la desaparición de los 43 normalistas.

• En ese sentido, como parte de la nueva evidencia, Encinas reiteró que algunos dirigentes de Guerreros Unidos -encabezados por los Casarrubias Salgado- creyeron que entre los estudiantes había infiltrados del cártel rival de “Los Rojos”.

• “Las instrucciones originales eran de quemar a los estudiantes, pero al ser muchos decidieron repartírselos por lo que El Chuky (lugarteniente) les metió machete y los metieron en bolsas para que cada grupo se deshiciera de ellos como quisiera”, se lee en una de las comunicaciones entregadas por las autoridades estadounidenses a sus contrapartes mexicanas.

• En contraparte con la llamada “verdad histórica”, que refiere que los estudiantes habrían sido incinerados en el basurero de Cocula, algunos de sus restos habrían sido arrojados directamente al Río Balsas por Sidronio Casarrubias Salgado, donde se habrían perdido en el caudal que desagua en el Océano Pacífico.

• Dichas revelaciones se desprenden como parte del expediente judicial que fue abierto en contra de Adán Casarrubias Salgado, quien desde el 26 de mayo fue extraditado para comparecer ante una Corte del Distrito Norte de Illinois.

• Para no afectar las investigaciones, el experimentado fiscal John R. Lausch solicitó que los archivos se mantengan en reserva, una petición que ya fue aprobada por el juez Matthew F. Kennell, quien inclusive ordenó que ni el defendido pueda sacar copias del material sin una autorización del tribunal.

• “El gobierno solicita a este Tribunal que ordene que la divulgación de las solicitudes, declaraciones juradas y órdenes judiciales, así como cualquier grabación, informe y otros materiales que puedan ser entregados en relación con este asunto están sujetos a las condiciones establecidas en la orden de protección propuesta”, se lee en el reporte dado a conocer por Milenio.

• Asimismo, el gobierno de EEUU reconoce que además de los chats de las conversaciones de los hermanos Casarrubias Salgado y las intervenciones que conectan el tráfico de heroína con el Caso Ayotzinapa, también hay escuchas telefónicas que podrían afectar de manera negativa los intereses de Washington.

• Según el documento, la única forma de que estos materiales puedan ser divulgados en el futuro es mediante el mandato de un juez federal, que determine que existe una buena causa, es decir, “extraordinaria e inusual” para revelarlos.