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26 de agosto 2019

Entretenimiento

Al cielo ya llegó el acordeón

Hoy la cumbia esta de luto, el corazón y el acordeón del músico Celso Piña dejó de sonar. El “Rebelde del Acordeón” murió a los 66 años después de ser llevado de emergencia al Hospital San Vicente en su natal Monterrey al sufrir un paro cardíaco.

Por Montserrat González

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Hoy la cumbia esta de luto, el corazón y el acordeón del músico Celso Piña dejaron de sonar el día de ayer. El “Rebelde del Acordeón” murió a los 66 años después de ser llevado de emergencia al Hospital San Vicente en su natal Monterrey al sufrir un paro cardíaco.

Celso Piña fue un cantante, compositor, acordeonista y pionero en la fusión de música tropical con sonidero, el cual se conoce ahora como cumbia. Elevó el vallenato a otro nivel al mezclarlo con géneros desde norteñas, rap, hip-hop, ska, y pop. Sus colaboraciones van más allá de la cumbia, cantando junto con Lila Downs, Control Machete, Gloria Trevi, Kinky, El Tri, Natalia Lafourcade, Benny Ibarra y muchos más. La Tuna Records mandó un comunicado lamentando la muerte del querido acordeonista, quién dejó sin duda alguna su huella.

El integrante de Mexican Institute of Sound, Camilo Lara, compartió su pésame durante una entrevista con Milenio, “es el último de los ídolos del pueblo, quizá el único que fue querido y respetado por todos: los rockeros, los raperos, los productores de música electrónica… estuvo experimentando con todos, por eso su legado fue tan vasto,” dijo el músico y productor.

La muerte del cantante ha sonado no sólo en todos los géneros musicales, su impacto a sido tal que ha viajado para llevar su música y hacer bailar a países como China, Holanda, Alemania, Suecia e Italia. La conmoción de su muerte ha llegado hasta la Embajada de E.U. en México twiteó sus condolencias a su familia comentando lo importante que fue su música para los latinos:

Piña siempre fue admirado por su humildad, ya que siempre recalcaba que el tocaba por amor a la música y hacer bailar a todos. En una entrevista comentó: “Yo creo cuando las cosas las haces… de corazón, sin estar pensando en lana, sin estar pensando en ‘Voy a hacer esto para ir allá y pegar acá”, tú hazlas primeramente para darte gusto a ti mismo; te das gusto a ti mismo, comparte”.

En su último tweet compartió el video de su canción más famosa “Cumbia Sobre el Río” la cual canto junto a Pato Machete y escribió, “No hay quien se resista a la cumbia”:

En 1980 el padre del regiomontano le regaló un acordeón con el que empezó a jugar y aprender a tocar de puro oído. Después de un rato formó su banda Celso Piña y la Ronda Bogotá, con quienes interpretaba las canciones de vallenato que sonaban en los barrios de la colonia Independencia, en donde el acordeonista creció.

Celso comenzó su trayecto de la música al presentarse en fiestas donde se bailaba los vallenatos y el sonidero colombiano. Los cholos, quienes eran jóvenes de barrios marginales como lo era la colonia del músico, eran de los seguidores más fieles de Piña hasta llegar a ser bautizados como “cholombianos».

En el 2004, fue invitado a interpretar frente al Premio Nobel de la Paz, Gabriel García Márquez en una fiesta de la fundación Nuevo Periodismo de García Márquez en Monterrey.

Nomás le tomó su acordeón, un tamborcito y la guaracha, como recordó en su Twitter, para hacer bailar a García Márquez junto con su esposa Mercedes al son de su acordeón al interpretar la “Cumbia Sampuesana” del colombiano José Joaquín Bettín.

Desde entonces, Celso se dio cuenta que unía a la gente con la cumbia. Asimismo, lo comentó anteriormente en una entrevista, “la gente es muy ingrata, necesita que la alguien venga y le abra los ojos; yo estaba vetado en Monterrey, porque donde yo iba a tocar se hacían broncas. Así estuve batallando, me decían que jalaba puro marihuano y puro lesbiano. Todo cambió hasta que le toqué a mi amigo García Márquez y desde ahí la gente amó la cumbia.”

La muerte del “Cacique de La Campana” ha marcado a todos dado a su alcance de alegrar a la gente con su música. En la tierra ya se bailó lo que se tuvo que bailar, como dijo la hija del músico, “el cielo ya esta de fiesta”.

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