30 de julio 2025
¡Que alguien me explique!
El Apagón Político
La crisis de la CFE está avanzando a pasos agigantados. El drama de los apagones ya no se limita a las penínsulas de Yucatán y Baja California. Ahora se expande hacia Tabasco, Campeche, Michoacán y La Laguna
Por Ramón Alberto Garza
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La crisis de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está avanzando a pasos agigantados. El drama de los apagones ya no se limita a las penínsulas de Yucatán y Baja California. Ahora se expande hacia Tabasco, Campeche, Michoacán y La Laguna.
Y el epicentro de este conflicto que escala dramáticamente por días es uno: la dirección general de la paraestatal se niega a admitir su incapacidad para dar el servicio, hace oídos sordos a la ola de corrupción heredada por Manuel Bartlett en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y se resiste a contratar servicios alternativos temporales que mitiguen la crisis. No quieren dejar el negocio del “huachi-diésel”.
Los daños a empresas, comercios y hogares se elevan a los miles de millones de pesos diariamente y comienzan a salirse de control. Y lo que venía asumiéndose como un problema técnico está adquiriendo ya dimensiones de un conflicto político-social que podría desbordarse en las próximas semanas.
Tres muestras muy recientes, de las últimas 24 horas, dejan en claro la dimensión de esta crisis eléctrica que todavía hoy se niegan a reconocer en Palacio Nacional.
I.- MÉRIDA IV A LA DERIVA
Código Magenta viene documentando, sobradamente, la crisis energética en la península de Yucatán. No existen gasoductos para surtir las dos nuevas plantas generadoras y el plan de emergencia para la contratación de pequeñas turbinas que se implementó, mientras llega el gas, ya fracasó. No se pudo operar en tiempo. Tiene 75 días de retraso y contando. Los 300 millones de dólares de ese contrato “de emergencia” se tiraron por la borda.
Hay que recordar que el déficit de energía para la península eran 600 megawatts y la CFE prometió subsanarlo con 135 megawatts de energía móvil adicional -que surtiría Mejicali Turbine Energy- y los 500 megawatts restantes serían generados por la nueva generadora Mérida IV.
Hoy en día se cancelan los 135 megawatts por incapacidad del proveedor y los 500 megawatts no se pueden surtir por falta de gas natural en la Mérida IV.
No hay “Plan B” para la contingencia de la demanda y el mega apagón en la península es cada vez más inminente.
De hecho, la Cenase, a través de su director de operaciones, Héctor Sergio López Villarreal, acaba de enviar esta semana un oficio al director de Planeación de la CFE, Rafael Narváez Ávila. Fechado el pasado 25 de julio, bajo el número DO-308-25, se admite que como no se ha logrado cumplir con el programa de emergencia se pueden dar por cancelados los contratos. Y aunque no hace referencia directa por el nombre de la empresa, se trata del incumplimiento del contrato otorgado a Mejicali Turbine Energy, que debió entrar en operación el 15 de mayo pasado para surtir 135 megawatts hora. Apenas lograron, la semana pasada, suministrar 4 megawatts hora.
Inclusive, frente al drama, la nueva planta generadora Mérida IV intentó esta semana ponerse en operación para buscar un alivio al suministro. Pero le surtieron gas asociado, lleno de impurezas, y la nueva turbina se dañó. ¿Quién cubrirá esos daños a equipos operados con tanta irresponsabilidad?
II.- ACERERA EMBANCADA
Y, mientras tanto, en el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, el gigante acerero mundial ArcelorMittal, se vio obligado a paralizar su alto horno por falta de energía eléctrica. Es decir, la planta por completo está sin capacidad operativa.
Dos apagones ocurridos el 22 de julio, en esa región del sur, paralizaron la producción de la acerera que surte una gran parte de varilla para la construcción. Al ocurrir los cortes súbitos de energía, el alto horno se vio forzado a ser apagado y ser sometido a un proceso de “embancamiento”, que consiste en reiniciar desde cero su operación hasta devolverle su capacidad total de producción. En la práctica, esos altos hornos están permanentemente en operación y sólo la falta de energía o una labor de mantenimiento los puede “embancar”.
El proceso de reiniciar operaciones le llevará a ArcelorMittal entre cuatro y seis meses, con las consecuentes pérdidas de miles de millones de pesos y la escasez en el suministro de los productos que genera en México la segunda acerera más grande del mundo. ¿Quién cubrirá esas pérdidas generadas por el corte súbito de la energía?
III.- LA LAGUNA: EN CHINO
Un tercer ejemplo se da en la región de La Laguna -en Coahuila y Durango– donde se acaba de dar por cancelado un contrato para construir la nueva central de ciclo combinado de Lerdo, en Durango.
Con una inversión de 319 millones de dólares, la planta fue asignada en abril de 2022 a la empresa china Oil HBP Science & Technology Corporation, un consorcio operando a la par con la mexicana Solartem SA de CV. Debería estar en operación en agosto de 2024.
De acuerdo a un amplio reportaje publicado por el diario El Siglo de Torreón, hasta ahora nadie ha respondido por los millonarios adeudos con las empresas mexicanas subcontratadas y que ya habían entregado gran parte de los insumos para construir la planta. Se presume que el fideicomiso de la CFE tendrá que salir a cubrir el pago.
La planta era estratégica para resolver la crisis de abastecimiento de energía en el norte de México, generando 350 megawatts en sus tres módulos. Esta planta alcanzaría a surtir no sólo los déficits de suministro eléctrico de Coahuila y Durango, sino faltantes en la región de El Bajío.
La construcción de esta planta de ciclo combinado en Lerdo se proyectó en abril del 2022 y se suponía estaría lista en agosto del 2024, pero hubo innumerables retrasos. Hoy, el sitio de la planta está inconcluso y luce como un panteón de chatarra.
Estas son apenas tres muestras del drama que se vive en una Comisión Federal de Electricidad donde la perversa combinación de corrupción, ineficiencia y la creación de un Cártel de Huachi-Diésel -en los días de Manuel Bartlett- están llevando al monopolio energético a una crisis sin precedentes en el México moderno.
Más que técnico, el gran apagón de la CFE será político, cuando decenas de miles de usuarios en todo el país salgan a las calles a protestar por la falta de energía. Y entonces sí, quien pagará ese costoso recibo será la presidenta Claudia Sheinbaum, a quien la tienen engañada diciéndole que todo está bien, a pesar de las contundentes evidencias que se acumulan. Alguien le instaló “un diablito” y la lectura es falsa.
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