22 de septiembre 2020
Opinión
Dos cartas, una desilusión
Lo único cierto hoy es que los aliados de ayer ya se le van pasando a las filas de los desilusionados de hoy y quizá serán los adversarios de mañana. ¿A quién culpamos ahora?
Por Ramón Alberto Garza
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Dos cartas sacudieron este fin de semana las entrañas políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Son dos misivas de reclamo y de desilusión que no vienen de sus detractores de la derecha, de los conservadores, de los neoliberales o de los fifís.
Son los textos de dos personajes que en su momento fueron clave para abrirle al ahora inquilino de Palacio Nacional importantes espacios políticos en su lucha social.
Uno es Dante Delgado y el otro es Javier Sicilia.
Delgado, el fundador y líder moral de Movimiento Ciudadano, fue crucial entre 2006 y 2014 para poner a su entonces partido, Convergencia, a concertar el frente lopezobradorista, al lado del PRD y del PT. La fundación de Morena acabó por divorciarlos.
Mientras que Sicilia, el activista, poeta, ensayista, novelista, periodista, y creador de la llamada Marcha por la Paz, fue en 2018 un impulsor de la candidatura del ahora presidente, bajo la promesa de que se haría justicia con las víctimas de la violencia. Hoy, Sicilia reclama la promesa incumplida.
La tercera carta de Dante Delgado a Andrés Manuel López Obrador podría definirse en una lapidaria frase: “Andrés, hoy representas el pasado que prometimos acabar”.
El jerarca de MC le reclama al presidente que durante largo tiempo trabajaron juntos buscando un cambio. “Ahora que eres presidente no la quieres transformar, la quieres usar para tu beneficio”.
Delgado censura el manejo que el mandatario está haciendo de la consulta para decidir si se juzga o no a los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Y tacha ese ejercicio como ilegal e improcedente.
Dante advierte que “la justicia no depende ni de la opinión de mayorías ni de la tuya. La justicia se aplica a rajatabla y sin miramientos. Si una persona comete un delito, debe ser juzgada y sentenciada. La justicia no se consulta, la justicia se hace valer”.
El que fuera subsecretario de Gobernación y gobernador de Veracruz denuncia que en el fondo el presidente no está interesado en que se juzgue a los expresidentes ni en que el pueblo decida.
Y advierte que lo que está haciendo el mandatario es preparar un nuevo distractor, un nuevo linchamiento público contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Delgado considera que cuando el caso llegue al máximo tribunal judicial, sus ministros rechazarán la consulta como instrumento y con eso el presidente López Obrador no solo se lavará las manos en el juicio a los expresidentes, sino que el circo mediático provocará la debilitación de la Suprema Corte.
Javier Sicilia inicia su quinta misiva a López Obrador, publicada esta semana en Proceso, con una introducción igualmente lapidaria.
“Querido Presidente: Cada vez me cuesta más trabajo llamarte así. Has promovido demasiado odio, desprecio y agresión como para seguirte queriendo”.
El poeta y activista reclama a quien fuera su amigo el que esté empeñado en oponer al perdón, el linchamiento; a la justicia, la venganza; y a la amistad, que es contraria a la complicidad, el desprecio y la aversión.
Sicilia le recuerda al inquilino de Palacio Nacional el que haya reforzado la presencia del Ejército, con lo que se le dio la espalda a la promesa de crear un mecanismo extraordinario de Verdad y Justicia que buscaría una ruta correcta hacia la paz.
Incluso el activista de la Marcha por la Paz le reclama al presidente que esa traición ya le costó a México 53 mil asesinados más en lo que va del actual sexenio, más de 5 mil desaparecidos nuevos y masacres en todo el país.
Sicilia le dice a López Obrador: “Dejo a un lado tu desprecio por los niños que mueren de cáncer y por las decenas de miles de muertos por la pandemia”.
Y también le recrimina a quien fuera su amigo su desprecio también por los activistas, al recordarle que tras la caminata para exigir cumplir lo prometido, el presidente les dijo “Me dan flojera» y “Son un show”.
Duro, Sicilia dice que lo que López Obrador se niega a entender es que “el Estado aún bajo tu gobierno, está capturado por la corrupción y el crimen”
Incluso le recrimina el que Morena, los partidos políticos y el gobierno de la Cuarta Transformación continúen vinculados al crimen organizado.
Y Sicilia cierra su misiva diciéndole al presidente que “Sé que esta carta es en vano. Eres de los que tienen ojos, pero no ven; de los que tienen oídos, pero no oyen”.
Y pronostica que López Obrador pasará a la Historia no como el gran reformador que pretendió ser, sino como uno más de la larga cadena de traidores que destruyeron a la Patria.
Habrá que ver lo que les responde el inquilino de Palacio Nacional en una de sus próximas mañaneras.
Lo único cierto hoy es que los aliados de ayer ya se le van pasando a las filas de los desilusionados de hoy y quizá serán los adversarios de mañana. ¿A quién culpamos ahora?