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21 de noviembre 2024

18 de junio 2018

Seguridad

El Déjà Vu violento

En los dos gobiernos anteriores a Miguel Ángel Mancera se redujo los delitos de alto impacto y ahora la sociedad capitalina revive los recuerdos de la violencia de hace 18 años. Conoce cómo a Mancera se le salió de las manos este problema:

Por Lourdes González

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A Miguel Ángel Mancera se le fue de las manos el problema de la inseguridad, que durante su mandato vio un terreno fértil para permear en la sociedad capitalina.

Eso explica el hallazgo de cuerpos desmembrados en la avenida Insurgentes de la Ciudad de México, con los elementos para presumir un ajuste de cuentas entre cárteles.

Lo anterior fue un hecho sin precedente en esa capital; al estilo de lo que ocurre en las localidades más violentas del país como Reynosa y Ciudad Victoria, por citar algunas.

Con ese hecho no hay duda que el clima está caliente en la Ciudad de México, por la guerra de cárteles, cuyo fuego fue alimentado por las detenciones y muertes de los principales líderes del llamado Cártel de la Unión de Tepito, porque se esperaba una ola de ejecuciones y ajustes de cuentas.

Los delincuentes dejaron junto con los restos humanos una manta con amenazas a Jorge Flores Concha, “El Tortas”.

Al ex jefe capitalino y hoy candidato a senador por la vía plurinominal le costó tiempo admitir la presencia de cárteles de la droga en esa plaza, lo que tal vez dificultó dar en el blanco a esa problemática y se descuidó la seguridad.

Esta situación contrasta con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de Marcelo Ebrard cuando hubo un control del crimen organizado, una reducción de delitos de alto impacto, y  la corrupción se volvió una práctica difícil,

Así lo avaló un análisis de la organización Verificado 2018, con base a datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los homicidios y el robo de vehículo, registraron una caída, en promedio de 30 por ciento, con López Obrador.

En particular, disminuyó 7.9 por ciento los homicidios dolosos; 41 por ciento el robo de vehículos con violencia, y 40 por ciento el robo de vehículos sin violencia.

Con Marcelo Ebrard, el homicidio doloso aumentó 20 por ciento, pero con Mancera un 40 por ciento.

En términos de secuestro, en el año 2000, cuando López Obrador asumió el cargo, la tasa era de 1.58 por cada 100 mil habitantes, y la dejó en 1.02, una reducción de 35 por ciento. Con Ebrard bajó 28 por ciento y con Mancera al cierre de 2017 bajó 38 por ciento.

El robo de vehículos con violencia registró su mayor caída con López Obrador de 41 por ciento y con Ebrard de 43 por ciento, respecto al periodo de Mancera, que cayó 32 por ciento en 2017.

De esa forma, transcurridos los últimos tres gobiernos de la capital, la población que habita la zona más poblada del país revive los recuerdos de cuando iban en aumento los delitos de alto impacto.

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