26 de julio 2021
¡Que alguien me explique!
¿De quién se burlan Samuel y Mariana?
Por ahora, la estrategia, tanto de Samuel como de Mariana es la de victimizarse, denunciando que con su fallo el Instituto Nacional Electoral está incurriendo en violencia de género
Por Ramón Alberto Garza
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Charla entre Samuel García y Mariana Rodríguez:
Ella: “Baby, de los 28 millones que me debes, ¿cuándo me vas a comenzar a abonar…?
Él: ¿Quieres ver mis tenis?…
Ella: Fosfo-Fosfo… (Carcajadas)…
Ni la burla perdonan. Para Mariana Rodríguez y para su esposo Samuel García, el dictamen del Instituto Nacional Electoral que los multa con millones de pesos por presuntos ilícitos sí es cosa de risa.
La influencer y el gobernador electo de Nuevo León subieron ayer, a la red de Tik Tok, un video desde la Isla del Padre, en Texas, haciendo mofa del monto que el árbitro electoral estableció sobre irregularidades detectadas en su campaña.
Es curioso, cuando Samuel García siempre se defendió diciendo que todo lo que se decía de esos desvíos y triangulaciones eran inventos y teorías de conspiración.
Multas millonarias del Instituto Nacional Electoral que Mariana Rodríguez intentará eludir, no solo con la burla, sino invocando la existencia de violencia de género político para decir que la están acosando por ser mujer.
Triangulaciones entre familia que Samuel García dice que están perfectamente justificadas, mientras que el árbitro electoral las descalifica y las sentencia como ilegales.
“…Sin embargo, las indagaciones de la Unidad Técnica de Fiscalización acreditaron que el dinero que estas personas aportaron, consistentes en más de 14 millones de pesos, lo recibieron previamente, un día antes o el mismo día, de dos empresas: Firma Jurídica y Fiscal Abogados, y Zaga, Tierras y Bienes Inmuebles, por lo que es claro que dicho dinero no proviene del peculio de los ciudadanos aportantes, sino de sociedades mercantiles, entes que tienen prohibido donar dinero a los partidos políticos… Por lo tanto, se trata de un esquema de simulación o triangulación para financiar a un partido por parte de entes prohibidos por la Ley”.
Pero tres días después de ese fallo, la revista Proceso da algunos de los pormenores de las investigaciones sobre presunta evasión fiscal del gobernador electo de Nuevo León y de su esposa, la influencer, los focos amarillos se cambian a rojo.
La trama es sencilla. Se les acusa de crear una red de lavado de dinero a través de empresas fantasma, en mecanismos fiscales que asemejan los utilizados por Billy Álvarez, con los que presuntamente defraudó a la Cooperativa Cruz Azul.
También a los creados por el Rey del Outsourcing, Raúl Beyruti, para ayudar a cientos de empresas a eludir sus obligaciones fiscales o incluso los mecanismos evasivos del gobernador tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca.
En la trama, revelada por el semanario, aparecen como involucrados no solo Samuel y Mariana, sino el padre del gobernador electo, Samuel Orlando García Mascorro y el padre de la influencer, Gerardo Rodríguez.
Todos tendrán que presentarse ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada para rendir su declaración sobre aquello que se les acusa. No es broma. Nada de que reírse.
Pero esta es apenas la punta del iceberg de una todavía más amplia investigación promovida desde la Unidad de Inteligencia Financiera y que se aprecia en una enorme “sábana” que, a manera de organigrama, exhibe a detalle el entramado de triangulaciones financieras entre una docena de familiares y personajes cercanos a Samuel García.
Esa red de imágenes exhibe, con fotografía, no solo las conexiones financieras entre los presuntos involucrados, sino el detalle de unas 70 cuentas bancarias que se habrían utilizado para el traspaso de miles de millones de pesos, en un intento por legitimar fuertes sumas de dinero.
En el epicentro del entramado figuran, entre otros, dos hermanastros del gobernador electo de Nuevo León, por cuyas cuentas se habrían operado algunas de esas transacciones financieras.
Esa será la saga que se viva en los próximos 38 días, que anteceden a la toma de posesión de Samuel García, y que se ensombrecen ante la posibilidad de que se le sancione a él y a su familia por evasión fiscal, lavado de dinero e incluso delincuencia organizada.
El caso obligaría a la consignación del gobernador electo, quien al carecer todavía de fuero se haría acreedor a una pena de seis meses a dos años de prisión, en un hecho que obligaría a anular la elección y a convocar a nuevos comicios, en los que ni él ni su esposa podrían participar.
Por ahora, la estrategia, tanto de Samuel como de Mariana es la de victimizarse, denunciando que con su fallo el Instituto Nacional Electoral está incurriendo en violencia de género.
Pero ya Lorenzo Córdova, el árbitro electoral, dejó en claro que las sanciones nada tienen que ver con que Mariana sea la esposa de Samuel, sino por la condición de que su empresa -con fines de lucro- no haya suscrito sus tarifas sobre la difusión de mensajes, fotografías y videos del candidato de Movimiento Ciudadano.
Pero eso no lo entienden -o mejor, no les conviene entender- ni a Samuel García ni a Mariana Rodríguez.
Para ellos, las tarjetas amarillas y la amenaza de tarjeta roja -que incluiría expulsión del juego- por parte del árbitro electoral, sí son cosa de risa, de no tomarse en serio. De burlarse con cinismo de que les aplique la ley por andar jugando al “Fosfo-Fosfo”.
“Pónganse a jalar. Si así fueran, como tiran odio, para jalar serían millonarias. Pero ahí están de muertas de hambre, por dedicar su tiempo valioso a lo que no vale la pena. Gracias porque soy tan relevante en sus vidas”.
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