14 de diciembre 2022
Política
Coahuila ‘está carbón’
La ruptura de la coalición de la 4T en Coahuila es una historia de traiciones políticas, del oscuro dinero de la industria del carbón y de la indiferencia de AMLO respecto al futuro del estado que podría convertirse en el último bastión del PRI en México
Por Rodrigo Carbajal
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El subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, fue el último en enterarse que no sería el candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila. De acuerdo a personas cercanas al asunto consultadas por Código Magenta, la decisión se había tomado días antes de que Mario Delgado, el dirigente nacional del partido, hiciera públicos los resultados de una encuesta en la que resultó ganador el senador Armando Guadiana Tijerina.
La ruptura de la coalición de la 4T en Coahuila es una historia de traiciones políticas, del oscuro dinero de la industria del carbón y de la indiferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto al futuro del estado que podría convertirse en el último bastión del PRI en México.
El martes en la noche, Ricardo Mejía asistió a una reunión privada en Palacio Nacional. La reacción de indignación del subsecretario de Seguridad Ciudadana fue directamente proporcional a la sensación de seguridad que existía en su ‘War Room’ de que él sería el próximo gobernador de Coahuila.
La narrativa política que rodeaba a la figura de Mejía cambió radicalmente en cuestión de días. La semana pasada, Mejía y su equipo celebraron como suyo el triunfo de los candidatos disidentes de la Sección 35 y Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, un enclave de movilización electoral históricamente vinculado al PRI, específicamente al clan de la familia Moreira.
Para el equipo de Mejía, esto representaba la prueba fehaciente de que el proyecto político del subsecretario de Seguridad Ciudadana estaba encaminado al triunfo.
Sin embargo, la realidad era muy diferente.
Primero, Mejía nunca logró alcanzar a Guadiana en los niveles de conocimiento y preferencia en las encuestas consultadas por la dirigencia nacional de Morena. En el último ejercicio oficial del partido, Guadiana obtuvo el 63.6 por ciento de nivel de conocimiento contra 27 por ciento de Mejía, incluso quedando en tercer lugar detrás del ex panista, Luis Fernando Salazar.
En los careos realizados por la encuesta del 16 de noviembre del periódico El Financiero, Guadiana aparece como el candidato de Morena más competitivo frente al virtual candidato del PRI, Manolo Jiménez Salinas. La encuesta coloca a Guadiana con el 43 por ciento de las preferencias contra el 42 por ciento de Jiménez. En cambio, el mismo ejercicio sitúa a Mejía con el 36 por ciento de las preferencias contra el 45 por ciento de Jiménez.
Segundo, Mejía sobreestimó el apoyo que tenía del presidente Andrés Manuel López Obrador. La campaña de reclutamiento del subsecretario de Seguridad Ciudadana se basó, en gran medida, en promesas de acceso a Palacio Nacional para la clase política y empresarial de Coahuila.
Su estrategia también dependía del uso discrecional del aparato de seguridad y justicia para avanzar causas de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Fiscalía General de la República contra sus rivales políticos. Un caso emblemático podría ser el potencial desfalco de 738 millones de pesos que la Auditoría Superior de la Federación observó en las transferencias federales realizadas a la Universidad Autónoma de Coahuila. El 28 por ciento del gasto total no se comprobó y podría constituir un fraude monumental en un estado en el que la opinión pública asocia fuertemente al PRI con la corrupción.
En la conferencia mañanera del martes 13 de diciembre, quedó claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador no metería las manos por Ricardo Mejía Berdeja.
Tercero, el cabildeo político de Mejía con el entorno del gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, y con la dirigencia nacional de Morena fue prácticamente inexistente.
El periodista Carlos Loret de Mola cita fuentes que aseguran que la marginación de Ricardo Mejía como candidato de Morena fue producto de una negociación al más alto nivel para ceder Coahuila al PRI, a cambio de los votos en el Congreso para aprobar el Artículo Quinto Transitorio de la Ley de Guardia Nacional, con el que se extendió hasta 2028 la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública.
Esa versión no ha podido ser confirmada. Sin embargo, lo que sí es un hecho es que el gobernador Riquelme les pidió a los legisladores priistas de su estado votar a favor de esta reforma militarista. También es un hecho que el presidente López Obrador parece haber sacado las manos del proceso electoral coahuilense.
Por otro lado, los detalles de la designación de Guadiana como el coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Coahuila se terminaron de operar el fin de semana, en una reunión que sostuvo Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el Senado, con Alfonso Durazo, gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena.
El acuerdo fue que Monreal, un personaje que mantiene una estrecha relación personal y política con Guadiana, fungiría como el encargado de la operación cicatriz. El martes en la tarde, Monreal le pidió públicamente a Guadiana resolver sus diferencias con Ricardo Mejía. Le dijo que “lo iba a necesitar”.
Monreal podría estarse refiriendo a la compleja estructura política y económica establecida por Mejía.
A nivel local, el subsecretario de Seguridad Ciudadana reclutó a viejos liderazgos del PRI que habían sido marginados por Riquelme: Jorge Luis Morán, ex titular de la UIF estatal; Héctor Franco, ex legislador federal; Noé Garza, ex secretario de Desarrollo Rural en la administración de Rubén Moreira; entre otros personajes.
A nivel federal, Mejía se refugió en personajes cercanos al secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Notablemente, en Ricardo Peralta Saucedo, el ex Administrador General de Aduanas que operó la elección de Tamaulipas en 2022 para el actual gobernador, Américo Villarreal, y que ha sido vinculado al presunto financiamiento paralelo de cientos de millones de pesos de la estructura del fallecido empresario Sergio Carmona, en las campañas de Morena del 2021 en la costa del Pacífico.
Y finalmente, Mejía se alió con un grupo de pequeños empresarios políticamente conectados, como la alcaldesa morenista de Múzquiz, Vanessa Flores, que son los beneficiarios de las adjudicaciones directas de contratos de compras de carbón de la Comisión Federal de Electricidad.
De acuerdo al periódico El Financiero, el pasado 9 de diciembre, la CFE asignó dos contratos a La Sierra Minería y Transporte SA de CV por 985 millones de pesos. Se trata de una compañía vinculada a Vanessa Flores, constituida en septiembre de 2021, apenas dos meses después de haber tomado posesión en el gobierno municipal por excelencia de la región carbonífera de Coahuila.
En este punto, la competencia con Armando Guadiana es significativa. Guadiana es un empresario minero con una relación histórica con la Comisión Federal de Electricidad. Personas cercanas al asunto dijeron al periodista Darío Celis que, recientemente, empresas vinculadas al senador han recibido contratos de compra de carbón por alrededor de 3,800 millones de pesos. Una de las empresas beneficiarias es Infraestructura Minera Catamco, propiedad de un familiar de Guadiana, Abel Alvarado Tijerina.
Este negocio multimillonario, este modelo en que la CFE privilegia la discrecionalidad a las compras de carbón, agrega incertidumbre al futuro de Morena en Coahuila.
La guerra de Guadiana y Mejía coloca al PRI y a la potencial coalición Va por México en una posición de ventaja.
En el ‘War Room’ de Manolo Jiménez siempre se ha observado a Ricardo Mejía como un personaje poco conocido en el estado, un outsider que se alejó de la política de Coahuila hace dos décadas para refugiarse en Guerrero. Su único activo era el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Y Guadiana? Si bien es un personaje popular, también tiene un historial de pragmatismo y negociación con el PRI. En el 2017, su candidatura evitó que el PAN le arrebatara el estado al priismo, en una elección cuestionada que terminó en el tribunal electoral.
No obstante, si algo quedó claro con la decisión de Morena de este lunes es que nada está escrito y que nadie puede darse por muerto. Hace semanas, Guadiana estaba viendo el Mundial en Qatar y estaba vetado por el presidente. Hoy, es el virtual candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila.