El caso Krauze, explicado

Enrique Krauze ha usado el término clave para describir esta trama de medias verdades: complot político.

Una acusación y una fuente

¿Qué vincula a Enrique Krauze con la Operación Berlín? Una sola acusación, la de Ricardo Sevilla.

Según su testimonio, Krauze lo reclutó para trabajar con uno de sus empleados, Fernando García Ramírez, en una campaña de desprestigio en contra de AMLO.

La versión de Ricardo Sevilla se dio a conocer de manera anónima en el libro de Tatiana Clouthier, Juntos Hicimos Historia.

Días después, Aristegui Noticias le ofreció un plataforma para que contara su historia sin filtro.

Sin embargo,  Ricardo Sevilla tiene un largo historial de animadversión en contra de la familia Krauze y es señalado por el periodista Sergio Sarmiento como asesor de Tatiana Clouthier

El grupo anti AMLO sí existió

El propio Enrique Krauze admite que el grupo de la Operación Berlín que refiere Ricardo Sevilla fue conformado por Fernando García Ramírez.

Esto ya había sido documentado por el portal Eje Central.

El reportaje refiere que el grupo nació desde la campaña de Josefina Vázquez Mota a la gubernatura del Estado de México y extendió sus servicios para la campaña presidencial de Ricardo Anaya bajo el auspicio financiero del Consejo Mexicano de Negocios.

¿Persecución del Estado?

Para el Estado mexicano, Enrique Krauze no ha hecho nada ilegal. No existe ninguna investigación en su contra en la FGR o en la UIF de la SHCP

A pesar de ello, Enrique Krauze argumenta que el gobierno está criminalizando la crítica.

Tatiana Clouthier opina lo contrario. La ex coordinadora de campaña de López  Obrador sostiene que Krauze fue una parte fundamental de la Operación Berlín, un grupo de desprestigio que, desde su punto de vista, viola la Ley Electoral mexicana.

El papel de Santiago Nieto

El desenvolvimiento mediático del caso Krauze coincide con una investigación en contra de una presunta interferencia ilegal en el proceso electoral mexicano, la de la serie Populismo en América Latina.

El problema es que se habría utilizado al sistema financiero mexicano para financiar una operación de un grupo privado que habría tenido como objetivo incidir en el proceso electoral de 2018 al margen de las reglas establecidas por la Ley y por el INE.

La presunta civilidad

A pesar de todo, Enrique Krauze ha mostrado cierta civilidad al hablar expresamente del Presidente.

Y López Obrador ha hecho lo propio.

El caso Krauze exhibe la polarización política que caracteriza los tiempos de la 4T. Ése es el legado de este conflicto al interior de la élite  política mexicana.