Carta abierta a Dante Delgado

Estimado Dante:

Sabes del respeto profesional y de la estima personal que tengo hacia ti, como un político que en medio de las peores tormentas has sabido enfrentarte a la adversidad y reinventarte para estar siempre vigente en el escenario nacional.

Por esa razón no puedo dejar de mostrarte la extrañeza que provoca, en un muy amplio sector de la ciudadanía, tu obsesión por postular a un personaje como Samuel García como candidato presidencial de Movimiento Ciudadano.

Sí, el mismo gobernador de Nuevo León que -actuando chantajista y gangsterilmente-, está dedicado a comprar voluntades de opositores, a extorsionar a quienes no se le someten y a intimidar hasta a sus familias para que cedan a sus caprichos personales.

¿Ya viste el video de César Garza, el alcalde de Apodaca, a quien el gobernador envió ayer a personal de Agua y Drenaje a la casa de su padre, de 84 años, para reducirle sin motivo el suministro de agua potable? Criminal.

O quizás tampoco viste la conferencia en la que la diputada Lorena de la Garza denunció las arbitrariedades de quien promueves apasionadamente como tu mejor carta, la más fuerte para el 2024. Misógino.

Es triste, Dante, que no te rindas ante tanta evidencia tan contundente. Y que te aferres a presentar como lo mejor de tu Movimiento Naranja a un político tiktokero, que el 31 de diciembre de 2017 fue el único diputado local que votó en contra de la licencia para que el entonces gobernador Jaime “El Bronco” Rodríguez se fuera a buscar la silla presidencial, cuando no había cumplido los dos años para el cargo que se le eligió. Hoy ese político naranja llamado Samuel García, pide para él lo que hace seis años detestaba para su antecesor. Vaya congruencia.

Quizás tampoco lo tengas en mente, pero es el mismo gobernador que no se dignó a acudir al desfile militar del pasado 16 de septiembre, sin explicar el por qué de esa ausencia, la primera que se registra en Nuevo León de un gobernador en funciones.

Ah, pero eso sí, se da el tiempo para hacer un video en esas mismas horas con su esposa en pijamas, convenciéndola de que él se quiere ir de “presidentore” y la invita a ella de “senatora” a la Ciudad de México. Claro, huyendo de Nuevo León al que dejan hundido en falta de agua, inseguridad y crisis de movilidad urbana, entre tantos problemas para los que se le eligió y a los que prometió hacerles frente por seis años. ¿Ya vas a inaugurar en Movimiento Ciudadano las castas políticas familiares?

¡Cuidado, Dante! ¿O acaso te atreverías a hacer pública una auditoría sobre las decenas de millones de pesos que Samuel García viene gastando en publicidad en medios, redes sociales y encuestadoras, en su intento desesperado porque le vean estatura para ser el dueño de las llaves de Palacio Nacional? ¿De dónde viene ese dinero si todavía no está postulado y tampoco arrancan las campañas?

Compara, Dante, la postura de otro político naranja, Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, quien con humildad y una enorme dosis de realidad decidió, con gran dignidad, esperar a prepararse mejor para buscar más adelante la Presidencia que su apellido le podría conseguir en 2024.

O acaso será, Dante, que no puedes desprenderte de las sombras de aquellos días de campaña en 2021, cuando los fondos de la familia García Sepúlveda fueron a triangularse a Movimiento Ciudadano para ser reenviados a la campaña de Samuel García. No te olvides que ese proceso está todavía abierto.

Por esas y muchas cosas más, estimado Dante, estás obligado a reflexionar, a pensarla dos veces para ver si Samuel García es de verdad la mejor carta de Movimiento Ciudadano frente al reto 2024. Uno que obliga a no convertirse en esquirol del Partido en el Poder.

Estás jugando en ello, no solo tus décadas de forjar a Convergencia y luego a Movimiento Ciudadano como  alternativas políticas confiables que ratificaste como cuando ganaste las gubernaturas de Jalisco, primero y Nuevo León, después.

Hoy basta que veas el semblante y la soberbia con la que se desplanta Samuel García porque se sabe sobradamente apoyado -no por ti- sino por el dueño de Las Mañaneras.

Al final, tú sabes que hoy, el más feliz de que postules al gobernador de Nuevo León como candidato naranja a la Presidencia, no eres tú. Es el presidente Andrés Manuel López Obrador.  En esa relación se topan hoy tus tantas cartas valientes contra el inquilino de Palacio Nacional. ¿Será Samuel García su único punto de coincidencia?

Te escribo esto con la mejor intención de que hagas un profundo examen de conciencia. Te lo pongo afectuosamente sobre la mesa para que tu decisión final no sea producto de la inconsciencia. Ojalá recapacites y no te arrepientas de darle entrada a quien mañana te cerrará el paso.