Calderón, oportunista

El ex presidente reapareció para denunciar ante los veracruzanos que en su gestión presidencial le descubrió al gobernador Javier Duarte desvíos multimillonarios en efectivo de las arcas estatales.

Recordó que cuando todavía despachaba en Los Pinos, se decomisaron 25 millones de pesos transportados en un avión utilizado por el gobierno de Duarte. Pero que un juez lo obligó a devolverlos.

Calderón dijo que acudía para “responder a mi conciencia” y revelar que en solo un año de su gestión, el gobierno de Veracruz transfirió tres mil 400 millones de pesos en efectivo de esa cuestionada cuenta.

La pregunta que brinca de inmediato es ¿y por qué hasta ahora al que fuera ex presidente todopoderoso le entró el cargo de conciencia y se decidió a revelar lo que hasta ahora había callado?

¿No estamos acaso frente a un delicado asunto de extrema complicidad? Porque saber algo, tener la información y guardársela, siendo el presidente de México, deja mucho a la imaginación.

¿O sería acaso porque el espinoso asunto podría tocar al ex secretario de Finanzas de Veracruz, Tomás Ruíz, amigo de la maestro Elba Esther Gordillo, quien jugó un papel estratégico como aliada en la victoria del panista