Biden le ‘declara la guerra’ al Covid-19

¿Qué pasó?

• Como una ‘declaratoria de guerra’, literalmente, así arrancó el presidente Joe Biden su estrategia para combatir la pandemia por Covid-19 en Estados Unidos, la cual ha cobrado la vida de más de 400 mil norteamericanos.

• “Han muerto más de 400 mil estadounidenses. Son más de los que murieron en la Segunda Guerra Mundial. Esta es una tarea de tiempos de guerra”, expresó Biden durante la toma de protesta en el Capitolio.

¿Por qué importa?

El plan de 200 páginas que firmó el demócrata para hacerle frente a la contingencia sanitaria pretende acelerar la manufactura, distribución y administración de las vacunas, el uso obligatorio del cubrebocas y reforzar las medidas de ingreso para viajeros extranjeros, con el fin de mitigar los contagios.

El contexto:

• Durante su campaña, Joe Biden aseguró que en sus primeros días de gobierno implementaría un robusto plan de emergencia para contener los efectos del Covid-19, pandemia que fue minimizada por su antecesor Donald Trump.

• El demócrata se comprometió a administrar 100 millones de dosis en los primeros 100 días de su mandato, por lo que recurrirá a la Ley de Producción de Defensa, adoptada en 1950 en respuesta a la Guerra de Corea, y con ello movilizar al sector industrial para también acelerar la fabricación de cubrebocas.

Los detalles:

• Bajo este nuevo esquema, quienes deseen ingresar a los Estados Unidos tendrán que realizarse una prueba PCR antes de viajar desde un país extranjero, la cual debe ser negativa y al llegar, permanecer en cuarentena.
• Hasta el momento, el mandatario no ha especificado cuánto tiempo deberán pasar los viajeros en confinamiento, sin embargo, esto ya encendió las alarmas de diversos sectores que dependen del turismo y que podrían verse afectados.
• De igual modo, ha girado instrucciones para negociar con los gobiernos de México y Canadá para reforzar los protocolos sanitarios en las aduanas, aunque por el momento el ingreso por la frontera permanecerá cerrado hasta febrero.
• La mayor parte de los fondos que requerirá el Plan Nacional de Biden se apoyan en un paquete de estímulos fiscales por 1.9 billones de dólares que necesitará la cooperación del Senado y de la Cámara de Representantes.