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19 de junio 2025

23 de abril 2020

¡Que alguien me explique!

Banxico al quite

Contrastando con las medidas contra cíclicas del Banco de México, más que un sistema de apoyos frente a la crisis, el inquilino de Palacio Nacional presentó ayer una profundización de su programa de austeridad.

Por Ramón Alberto Garza

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El Banco de México salió a compensar la ausencia de liderazgo financiero y económico del gobierno de la Cuarta Transformación.

Y asumiendo su autonomía redujo la tasa de interés medio punto y le inyectará hasta 750 mil millones de pesos de liquidez al sistema financiero. Es el equivalente al 3.3 por ciento del PIB.

Con esas medidas, el Banco de México buscaría primero abaratar un poco el crédito para aquellas empresas que ya tienen adeudos o que tendrán que asumirlos para salvar la contingencia sanitaria.

Pero lo mas importante, con el fondo de 750 mil millones de pesos buscará garantizar la suficiente liquidez en el mercado para impedir tres situaciones que podrían colapsar al sistema financiero, como ya sucedió en 1982 y en 1995.

La primera es poner sobre la mesa los fondos necesarios para evitar una corrida contra el Peso. Sea cual fuere la demanda, al no existir escasez de dólares se eliminaría la intranquilidad cambiaria y con ello la volatilidad del Peso.

La segunda es asegurarle a la Banca mexicana los fondos suficientes para que puedan enfrentar los posibles incumplimientos en el pago de las deudas de particulares. Banco de México busca que el sistema de pagos no colapse, como sucedió con la crisis de 1995, lo que culminó con el muy cuestionado rescate del Fobaproa y la posterior venta de la Banca mexicana a extranjeros.

Y la tercera es poner a disposición líneas de crédito por unos 250 mil millones de pesos para que pequeñas, medianas y grandes empresas, que demandarán financiamiento -durante y después de la crisis- puedan salir adelante.

Para decirlo en pocas palabras, el Banco de México salió a cubrir las posiciones de inversionistas nacionales y extranjeros, la solvencia de la Banca ante potenciales incumplimientos y a deudores privados en apuros.

Es lo mas cercano que replica en algo el modelo de apoyos financieros implementado por otros países, sobre todo el de Estados Unidos.

Por la tarde se dio la noticia de que por primera vez desde que inició la crisis del Coronavirus, la Secretaría de Hacienda salió a emitir bonos de deuda cotizados en dólares, 6 mil millones en primera fase, a una tasa de interés del 4.1 y 4.7 por ciento.

Ese es un intento por refinanciar obligaciones de corto plazo, además de retener a inversionistas que tendrían tentaciones de abandonar México frente a la degradación de la deuda de Pemex y la del gobierno mexicano.

Y mientras las finanzas hacían sus reacomodos, el presidente Andrés Manuel López Obrador apareció ayer en La Mañanera sin mas compañía que si mismo. Ratificando el gobierno de uno.

Nada de secretarios de Estado, ni militares, ni directores de dependencias. Vaya, ni siquiera el epidemiólogo Hugo López Gatell, quien ayer debutó como el rockstar de la Cuarta Transformación en la portada de la revista Quien.

En el arranque del sexenio, por una portada en esa revista, el hombre mas cercano, confiable y fiel del entonces presidente electo, César Yáñez, fue injustamente marginado del círculo íntimo presidencial.

Contrastando con las medidas contra cíclicas del Banco de México, mas que un sistema de apoyos frente a la crisis el inquilino de Los Pinos presentó ayer una profundización de su programa de austeridad.

Otro recorte del 25 por ciento del salario a funcionarios del gobierno, nada de aguinaldos ni bonos. ¿Cuántos se irán?

Congelación del 75 por ciento del presupuesto, cancelando 10 subsecretarías y recolocando a sus empleados, con los mismos sueldos, en otras dependencias. ¿Cuál recorte?

Y la confirmación de 665 mil millones de pesos, casi el mismo fondo anunciado por Banxico para todo el sistema financiero, para continuar con lo que considera sus programas prioritarios.

La lista va desde la Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores, Sembrando Vida, Becas Benito Juárez y la construcción de 100 universidades hasta las tandas del Bienestar, Jóvenes Construyendo el Futuro, el Banco del Bienestar y los precios de garantía.

Por supuesto que nada de sacrificios para el aeropuerto de Santa Lucía, Pemex, la refinería de Dos Bocas, CFE, el Tren Maya, la Guardia Nacional y lo que necesiten las secretarías de Defensa y Marina. Háganse los recortes en los bueyes del resto del gobierno.

Nunca explicó el presidente López Obrador quienes fueron los expertos, los que sí saben, que le aconsejaron ese plan que sigue dejando fuera de cualquier apoyo a decenas de miles de pequeñas y medianas empresas.

Esas quizá podrán tener algún alivio con los fondos anunciados -en su autonomía, no por disposición del gobierno- por el Banco de México.

Por ahora seguimos esperando que reaparezcan el Secretario de Hacienda o la Secretaria de Economía, para confirmar que no fueron incluidos en el último recorte.

Pregunta curiosa: ¿el ajuste a la burocracia incluye el cese o la reducción de su salario a Lord Molécula y al séquito de preguntones a sueldo, que solo existen en La Mañanera?

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