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Opinión

#QueAlguienMeExplique: Ayotzinapa, Los Tequileros y Jalisco Nueva Generación

¿Cómo identificó el jefe de la policía capitalina con tanta rapidez que sus sicarios eran del CJNG?

Por Ramón Alberto Garza

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“Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG (Cartel Jalisco Nueva Generación), dos compañeros y amigos míos perdieron la vida. Tengo tres impactos de bala y varias esquirlas. Nuestra Nación tiene que continuar haciéndole frente a la cobarde delincuencia organizada. Continuaremos trabajando”

Este fue el primer tuit que en su cuenta @OHarfuch lanzó el jefe de la policía de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, a menos de tres horas -y aún herido- después de que fue emboscado por un comando altamente armado, con sofisticados equipos, en la zona residencial de Lomas de Chapultepec.

¿Cómo pudo el jefe policíaco señalar con tanta certeza que sus atacantes eran integrantes del cártel que comanda Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”? ¿Acaso vio entre esos atacantes algunos rostros familiares? ¿Cuál era la urgencia de señalar a los culpables, previo a iniciar cualquier investigación?

García Harfuch no es ningún neófito en las actividades de inteligencia y de seguridad nacional. Lo trae en la sangre, le viene de cuna.

Su abuelo Marcelino García Barragán fue en los años 40 gobernador de Jalisco y Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz. Sobre su nombre pesó la imputación del 2 de Octubre y la matanza de Tlaltelolco.

Su padre, Javier García Paniagua, fue jefe de la controvertida y siempre oscura Dirección Federal de Seguridad y presidente Nacional del PRI en el sexenio de José López Portillo.

Pero algunos expertos de inteligencia que analizan el atentado a García Harfuch ubican en dos instancias lo que deberían ser los ejes de la investigación.

I.- El Asesinato de su Medio Hermano

Javier García Morales fue el primogénito de Javier García Paniagua en su primer matrimonio. Omar García Harfuch fue su medio hermano, hijo del segundo matrimonio de su padre con María Harfuch, mejor conocida en el medio artístico como María Sorté.

En septiembre del 2000, Javier García Morales desapareció por meses. Se le consideraba secuestrado y se le vinculaba a investigaciones relacionadas con el narcotráfico. En particular se le ligaba con los generales Mario Arturo Acosta Chaparro y Humberto Quirós Hermosillo.

Vinculado siempre al PRI, del que fue su secretario general en Jalisco, el medio hermano de García Harfuch vivió la transformación de los llamados “Matazetas” –el brazo armado del Cártel de Sinaloa- en lo que hoy es el Cartel Jalisco Nueva Generación.

La independencia de los “Matazetas” del Cártel de Sinaloa se dio en el 2010 y el nuevo cártel que le disputaría la región al Chapo Guzmán nació oficialmente en septiembre del 2011.

Fue precisamente el 9 de septiembre del 2011, cuando Javier García Morales fue acribillado en las afueras de un restaurante en la avenida Providencia, en Guadalajara. El modus operandi fue el mismo que se utilizó en el primer intento de asesinato en mayo del 2010 a su amigo, el general Mario Arturo Acosta Chaparro, quien acabó ejecutado en abril del 2012.

García Harfuch era en ese entonces uno de los mandos de la Policía Federal Preventiva que comandaba el ahora extraditado Genaro García Luna, acusado de ser el protector de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Y siempre creyó que el asesinato de su medio hermano fue una de las primeras ejecuciones del naciente y desafiante Cártel Jalisco Nueva Generación.

II.- Entre Ayotzinapa, “Los Tequileros” y “El Mencho”

García Harfuch permaneció entre el 2008 y el 2016 en la Policía Federal Preventiva. Era su coordinador en Guerrero en los días en que ocurrió la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 de septiembre del 2014.

Curiosamente fue elevado de rango en noviembre del 2016, cuando Tomás Zerón dejó la Agencia de Investigación Criminal se fue como coordinador de seguridad adscrito a la oficina de la Presidencia, en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Ya en ese cargo se dio en Morelos la detención de Pedro “N”, alias “El Capri”, principal operador del llamado cártel de Los Tequileros, un grupo que en junio del 2017 emboscaron en La Gavia –en San Miguel Totoloapan- a cuatro agentes de la Agencia de Investigación Criminal que entonces presidía García Harfuch.

Diez meses más tarde, en abril del 2018, la dependencia que comandaba García Harfuch logró la detención de Gilberto Jacobo Dealmonte, alias “El Chino” o “El Chacal” , acusado de ser el autor material de la emboscada de “La Gavia”.

La detención se dio en San Francisco del Rincón, en Guanajuato. El hermano del detenido, Raybel Jacobo Dalmonte, alias “El Tequilero”, fue dado por muerto en un enfrentamiento en junio del 2018.

Después de ser designado en junio del 2019 como jefe de la Policía de Investigación de la Procuraduría capitalina, el 4 de octubre fue designado Secretario de Seguridad Ciudadana.

Entre los golpes más fuertes asestados durante el gobierno de Claudia Sheinbaum se incluyen la desarticulación de poderosas células del narcotráfico de la llamada Unión Tepito y de la Anti Unión Tepito, algunas de ellas ligadas a los intereses del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Esas acciones detonaron una serie de amenazas contra García Harfuch, quien fue emboscado y herido la mañana del pasado viernes en un operativo que dejó tres muertos, dos de ellos sus escoltas.

De ahí la pregunta que más resuena en las investigaciones preliminares: ¿Cómo identificó el jefe de la policía capitalina con tanta celeridad que sus sicarios eran del Cártel Jalisco Nueva Generación?

Si los peritajes posteriores dieran otro resultado, ¿alguien lo va a contradecir?

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