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29 de julio 2025

28 de julio 2025

¡Que alguien me explique!

Andy, Tokio, Adán y la crisis en Yucatán

Andy López Beltrán huyó a Tokio. Se fue “de vacaciones” y dejó tirada la reunión nacional del Consejo de Morena, el partido que por “dedazo” le heredó su padre Andrés Manuel López Obrador

Por Ramón Alberto Garza

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Andy López Beltrán huyó a Tokio. Se fue “de vacaciones” y dejó tirada la reunión nacional del Consejo de Morena, el partido que por “dedazo” le heredó su padre Andrés Manuel López Obrador.

El segundo de a bordo del partido en el poder -perfilado como el candidato presidencial para el 2030- prefirió irse a esconder a Okura, un hotel de cinco estrellas en Japón y ser el gran ausente en el cónclave de Morena, antes que enfrentar la crisis de su presunto involucramiento en el destape de la cloaca del “huachi-diésel” en Tabasco. De ese tamaño es su miedo a lo que está por destaparse y que tiene a la península de Yucatán al borde de una enorme crisis energética. Pero expliquemos la trama.

Con el beneplácito del entonces presidente López Obrador y con el director de la CFE, Manuel Bartlett, como autor intelectual, se forjó en Tabasco el Cártel del Huachi-Diésel. Audomaro Martínez, Adán Augusto López y Andy López Beltrán eran los presuntos responsables de su operación. Traficaban el combustible ilegal desde Estados Unidos hasta Tabasco -la tierra que los vio nacer a todos- y desde ahí le surtían cientos de miles de litros de huachi-diésel a la CFE, su cliente cautivo. Con ese diésel se alimentaban -además de entregas a gasolineras- las plantas generadoras de electricidad de la CFE en la península de Yucatán y en los estados del sur.

Las ganancias eran del 100 por ciento. El precio que pagaban en Estados Unidos por el consumible era duplicado al facturarlo a la CFE y se justificaba la operación bajo el supuesto de que esos dineros corruptos se destinarían a las campañas de Morena, incluida la presidencial del 2024.

La recepción y el traslado de ese combustible ilegal se hacía bajo la custodia de una organización conocida como “La Barredora”, un grupo criminal ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación, y que era comandado por Hernán Bermúdez Requena, mejor conocido como “El Comandante H”, un hombre cercano a Adán Augusto López, quien le entregó la Secretaría de Seguridad Pública cuando el ahora senador fue gobernador. Y lo sostuvo en el cargo ya cuando al ahora líder morenista en la Cámara Alta fue designado Secretario de Gobernación. Hoy, Hernán Requena es un prófugo internacional de la justicia buscado bajo ficha de la Interpol.

Las pruebas de que Tabasco se convirtió en el epicentro de ese huachi-diésel -operado por el Cártel de la Cuádruple A (Andrés, Audomaro, Adán y Andy)- está en las estadísticas dadas a conocer por el actual gobierno morenista de Tabasco y por el gobierno federal de la Cuarta Transformación. Tan sólo en lo que va del 2025 se han decomisado en ese estado un total de 16.8 millones de litros de combustible ilegal en los municipios de Cárdenas, Comalcalco, Cunduacán y Centro, donde se asienta la capital Villahermosa.

Su localización geográfica es perfecta, porque en esa zona confluyen el complejo petroquímico de Cactus, la refinería de Dos Bocas y los puertos cercanos a Veracruz y Campeche, desde donde pueden descargar buques con el combustible ilegal, que por el monto de los decomisos se presume que sólo puede ser consumido para alimentar las plantas generadoras de energía de la CFE.

Los decomisos de huachi-diésel durante el primer semestre de este año -impulsados por el secretario Omar García Harfuch- son tan evidentes, que el pasado martes 8 de julio, la presidenta Claudia Sheinbaum asumió en La Mañanera que, tanto el grupo conocido como “La Barredora” y una fracción del Cártel Jalisco Nueva Generación, estaban detrás de estos ilícitos.

De acuerdo con los reportes oficiales, en los últimos 13 operativos en Tabasco -hechos entre el 30 de enero y el 1 de julio de 2025- se han incautado un total de 6 millones 879 mil litros de Huachicol. La cifra, sin embargo, es mucho mayor si se considera que el 9 de junio pasado, el general Miguel Ángel López Martínez, jefe de la zona militar en Tabasco, reportó en conferencia conjunta con el gobernador tabasqueño, Javier May, el decomiso de 15 millones de litros de combustible ilegal entre el primero de enero y  el 31 de mayo. A eso habría que sumarle 3 millones de litros depositados en más en 4 mil contenedores decomisados el 30 de mayo pasado.

Las investigaciones acabaron por apuntar a la red protectora comandada por “El Comandante H”, lo que desató una crisis política hacia el interior del gobierno y de Morena al exhibirse los presuntos nexos y complicidades entre Hernán Bermúdez Requena y su amigo, compadre, jefe y protector, Adán Augusto López.

Esa crisis alcanzó las entrañas de Morena, cuando su secretario de Organización, Andy López Beltrán, se vio obligado a ausentarse del Consejo Nacional de ese partido. Este fin de semana fueron difundidas fotografías en las que el hijo del ex presidente que proclama la austeridad franciscana fue visto disfrutando de vacaciones familiares en Tokio, Japón, hospedado en un hotel de cinco estrellas. Ni mensaje envió a los 300 delegados congregados en un hotel de la Ciudad de México.

Pero la verdadera crisis, la de fondo, es que la exhibición de la red de huachicoleros de “La Barredora” frenó el contrabando de los combustibles ilícitos y ahora la CFE tiene un severo conflicto de suministro de diésel, porque no existe la suficiente capacidad de producción legal para la demanda existente. Tan sólo el sistema de emergencia implementado a través de la empresa Mejicali Turbine Energy y que buscaba evitar una mega crisis este verano, se demandarían 400 mil litros de diésel diarios que no se tienen y tampoco existe la infraestructura para almacenarlos en la península de Yucatán.  Ese plan de emergencia está congelado. Tiene casi 70 días de retraso en lo que prometió bajo contrato.

El drama ya alcanzó a Palacio Nacional hasta donde fue llamado la semana pasada, Manuel Bartlett, a fin de que diera explicaciones sobre la tormenta que heredó y la que se avecina. Algunos allegados al controvertido ex director de la CFE dijeron que su mensaje fue cáustico: “Me entregan a mí y se van todos conmigo”. La presidenta Claudia Sheinbaum tendrá que asumir su posición. Quizás por ello envió ayer domingo un mensaje de “Es un honor estar con Obrador”.

De esa dimensión es el drama político que involucra al círculo más íntimo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador. El cortocircuito es inminente y será brutal.

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