AMLO: En Guardia

Es oficial: la polémica Guardia Nacional dio por iniciada su tarea de pacificar al país. Pero el recibimiento que tuvieron desde dentro y desde fuera pone sobre la mesa dos cosas: que el camino no será fácil y que quizá la estrategia de AMLO es el único camino.

Andrés Manuel López Obrador ha cimentado su cuarta transformación en este proyecto.

“No olviden que del trabajo de ustedes va a depender mucho el que llevemos a cabo entre todos los mexicanos la Cuarta Transformación de la vida pública de México”, les recordó a los nuevos efectivos durante la ceremonia inaugural de la Guardia Nacional.

Sin embargo, pocas horas después del banderazo, se pudo apreciar una muestra de lo que está por venir. En Tabasco, personas no identificadas incendiaron vehículos en la principal vía de ingreso a Villahermosa y colgaron una manta en desafío al nuevo cuerpo de seguridad.

“Haber (sic) si salen vivos”, amenazaba el mensaje, firmado por un presunto líder criminal de la región.

Y eso no fue todo, pues dos días después, los que pronto debieran formar parte de la Guardia Nacional se rebelaron en su contra.

Policías federales protestaron por lo que argumentan es una violación a sus derechos laborales. Pero ahí no paró, decenas de ellos agredieron a la coordinadora operativa de la Guardia Nacional, Patricia Rosalinda Trujillo, cuando esta acudió a entablar un diálogo con los uniformados de la ahora moribunda Policía Federal.

¿Un verdadero cambio?

La Guardia Nacional tiene por delante la titánica encomienda de revertir la crisis de seguridad que arrastra México desde hace ya más de una década y que ha repuntado en los últimos años.

Pero expertos en seguridad ven poco probable que eso pase. Al menos, en el corto plazo.

“Son los mismos haciendo más o menos lo mismo en más o menos los mismos lugares con el mismo equipo, el mismo, el mismo liderazgo, la misma doctrina, el mismo armamento, pero con uniforme distinto. Entonces, salvo que el uniforme tenga propiedades mágicas, es difícil esperar resultados distintos a los que se han presentado hasta ahora, al menos en el corto plazo”, mencionó Alejandro Hope, analista de seguridad, en entrevista con Aristegui Noticias.

Si Hope tiene razón, el panorama es poco alentador, pues las estrategias pasadas no han funcionado.

¿Pero entonces cómo? Si desde la oposición política, ninguno de los detractores de la Guardia Nacional ha mostrado una alternativa viable para combatir la inseguridad que se vive en el país. Ni la heredada ni la nueva.

La única opción visible es la del colectivo ciudadano Seguridad Sin Guerra, que plantea alejarse del modelo militar para fortalecer las capacidades de prevención e investigación de las policías locales.

Es decir, que se deben reconstruir los cuerpos policiales civiles, y no apostarle a una fuerza federal militarizada, que, en esencia, es la misma estrategia de la última década.

Pero AMLO y su equipo no piensan igual.

“Lo militares van a ser para la soberanía nacional. Va a estar la policía, que ya trae otra formación. Policía militar, policía naval y policía federal. Y todo esto va a ser un conjunto de Guardia Nacional”, dijo Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación.

“Es que es la única manera -como lo dijo el presidente-. Hay veces que hay que decidir entre dos situaciones, no necesariamente las mejores”.

Y es que invertir en las policías locales es un costoso proyecto a largo plazo al cual no muchos parecen estar dispuestos a entrarle.

Entonces ¿es la Guardia Nacional de verdad la única opción viable?