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Política

¿AMLO ambientalista?

El presidente se ganó puntos entre los defensores del medio ambiente al rechazar la operación de una mina en Baja California Sur, pero su gobierno tiene otros proyectos que no tienen tan contentos a los conservacionistas

Por Bernhard Buntru

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La decisión de no otorgar una concesión a un proyecto minero en Baja California Sur le sumó puntos a Andrés Manuel López Obrador frente a múltiples grupos ambientalistas.

De acuerdo con el presidente, el plan de explotación de la mina de oro “Los Cardones” no cumplía con la normatividad medioambiental y ponía en grave riesgo los escasos mantos acuíferos de la región.

“Se tomó esta decisión porque no procede, afecta las normas de ecología, de respeto al medio ambiente”, dijo en conferencia de prensa.

A mediados de febrero, López Obrador aseguró que su gobierno tampoco aprobará planes de extracción de gas a través del proceso de fracturación hidráulica, también conocido como “fracking”.

Sin embargo, otros proyectos de gran impacto que promueve el gobierno morenista siguen siendo foco de críticas de activistas.

Luego de anunciar el plan de rehabilitar seis refinerías y construir una adicional, organizaciones internacionales señalaron la contradicción de esta iniciativa con la intención manifiesta combatir el cambio climático.

«Creemos que la apuesta radical de la nueva administración debería orientarse a desacoplar a la economía mexicana de la industria de los combustibles fósiles», dijo Gustavo Ampugnani, director de Greenpeace México, al medio Sputnik News.

En tanto, el World Resources Institute (WRI) afirmó que el Gobierno mexicano debe alejarse de la refinación de combustibles como el petróleo y el gas natural, así como llevar a cabo medidas para aumentar la eficiencia energética.

El Tren Maya, por su parte, también ha generado polémica. A través de un comunicado, más de un centenar de asociaciones e individuos expresaron su oposición a ese proyecto y el Corredor Comercial y Ferroviario del Istmo de Tehuantepec, los cuales —aseguraron— podrían provocar desequilibrio en bosques y selvas de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán Campeche, Tabasco, Veracruz y Oaxaca sin un estudio previo.

Y en el estado de Morelos existe férrea oposición al proyecto de construcción de la termoeléctrica de Huexca, Morelos, un proyecto que data de la administración de Felipe Calderón, así como a varios otros proyectos mineros.

López Obrador enfrenta la disyuntiva entre seguir adelante con proyectos de extracción e infraestructura que considera elementales para su plan de desarrollo o echarse encima a segmentos de la población que históricamente lo han apoyado.

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