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21 de noviembre 2024

30 de septiembre 2024

Política

AMLO admite que se rompió la ‘pax narca’ en Sinaloa

El presidente culpó al gobierno de Estados Unidos por el auge de la violencia entre las facciones del Cártel del Pacífico. Lo atribuyó, indirectamente, a la decisión de arrestar a Ismael Zambada y a Joaquín Guzmán López

Por Redacción Magenta

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¿Qué pasó?

  • Sinaloa está cimbrado por la violencia: los enfrentamientos entre las dos principales facciones del Cártel del Pacífico, ‘Los Chapitos’ y ‘Los Mayitos’ han dejado 118 homicidios y 135 personas desaparecidas.

¿Por qué importa?

  • El discurso del presidente reconoce que la política de seguridad de su gobierno, particularmente la que se refiere a la relación del Estado con el Cártel de Sinaloa, parte de la no confrontación con la organización criminal más poderosa del país.
  • El gobierno federal pretendió construir una “pax narca”. No obstante, la detención de Zambada y de Guzmán López derivó en una guerra intestina en el Cártel de Sinaloa que es reminiscente del último capítulo de violencia sostenida en el estado: la ruptura entre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y Arturo Beltrán Leyva.

El contexto:

  • Durante la segunda mitad del sexenio, el aparato de seguridad de Estados Unidos le ha hecho saber de manera recurrente a sus contrapartes mexicanos que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido excesivamente tolerante con el Cártel de Sinaloa, la organización que domina la cadena de suministro del tráfico de fentanilo.
  • México ha mantenido una estricta postura de no utilizar elementos militares para intervenir en el conflicto entre las facciones del Cártel del Pacífico. De acuerdo a personas cercanas al asunto, los generales encargados de la zona han privilegiado una política de contención para evitar un escalamiento entre grupos armados, así como la captura quirúrgica de objetivos criminales independientes.
  • El domingo, miles de ciudadanos marcharon por la paz en Culiacán. La manifestación fue un síntoma del hartazgo por la manera en que la violencia criminal ha irrumpido la vida cotidiana de los sinaloenses: la suspensión de clases, el desbasto de bienes, el cierre de avenidas y las ejecuciones extrajudiciales contra civiles han sido estampas constantes de esta nueva realidad.
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