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8 de julio 2025

24 de octubre 2018

¡Que alguien me explique!

AMLO a contrapelo

El conflicto con los empresarios por el NAIM, el regreso de Elba Esther y las demandas de EU para detener la Caravana Migrante anticipan un inicio de gobierno con dificultades

Por Ramón Alberto Garza

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No debe ser sencillo romper con los viejos usos, con las cuestionables costumbres, y someter al escrutinio público los privilegios que algunos cuantos sienten que siempre les pertenecieron.

Desafiar esa zona de confort, romper el molde y al mismo tiempo ir creando la nueva receta en el camino, sin pausas, a contrarreloj de tantos intereses encontrados, es una misión casi imposible.

La última intentona fue la de Vicente Fox y su tan esperado Sexenio del Cambio, que fracasó al entregarse a los delirios cortesanos de Marta Sahagún y a los pactos inconfesables con el viejo sistema político que no se atrevió a tocar.

Y lo que para la llamada Cuarta Transformación se inició optimistamente como una Transición de Terciopelo va mudando aceleradamente hacia una serie de desencuentros que prefiguran una Transición a Contrapelo.

Quizá no podía ser distinto. Lo que a partir de la enorme victoria era miel, comienza a tornarse en hiel.

Y aún sin cruzar en el pecho la banda presidencial, Andrés Manuel López Obrador va cambiando las tonalidades de su aura del oro-terso-esperanza al rojo-áspero-confrontación.

El tema del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y sus cuestionados mecanismos de validación popular están polarizando los ánimos de una clase empresarial, que se resiste a reconocer y rectificar los posibles errores del monumental proyecto de colosales costos. Y ese es apenas el primer diferendo con los hombres del dinero.

Y ese justo o injusto desánimo empresarial que viene de despertar insatisfechos después de la primera noche de la boda, comienza a contaminar a los mercados.

Sobre todo al poner bajo la lupa las nuevas políticas energéticas que pasan por la obligada reingeniería de Pemex, hoy en calificación negativa por acusada desconfianza en lo que viene. Y los nombres del dinero del aeropuerto se repiten en el petróleo.

En el magisterio se asoma otro choque de insospechadas proporciones con el reciclaje de Elba Esther Gordillo, quien vuelve de prisión para reclamar el liderazgo sindical que nunca perdió y a relanzar una Reforma Educativa 2.0. Será noche de cuchillos largos.

Y en lo que se define la nueva estrategia de seguridad, cualquier sacudida o advertencia inquieta. Desde Jeff Sessions, Jalisco Nueva Generación y “El Mencho”, pasando por la desafiante mafia del huachicoleo o los que atentan mortalmente hasta los aposentos de un ex cardenal como Norberto Rivera.

Pero quizás un punto de quiebre peligroso es la frágil relación entre el gobierno civil y el militar que pasa por una delicadísima prueba de fuego.

El presidente electo asumió -en su derecho- la decisión de romper los tabúes históricos de que los secretarios de Defensa y Marina encaminaban e incluso imponían a sus sucesores. Sin duda habrá reacciones.

Y para cerrar la compleja agenda de riesgos, tendremos por semanas la caravana de inmigrantes centroamericanos rumbo a los Estados Unidos, con la exigencia de Trump de que frenemos a esos “criminales y desconocidos de Medio Oriente”.

Y ante la imposibilidad de cumplirle por el respeto a los derechos humanos y la histórica tradición mexicana de brazos abiertos, desde los españoles en los 40 hasta los chilenos en los 70, el choque será inevitable. Trump vuelve a ser amenaza.

Esta claro pues que los abundantes vientos cruzados que anticipa la Cuarta Transición, distante todavía a cinco semanas de instalarse, presagia turbulencias severas e incluso vientos huracanados.

Ojalá que aquellos que avivan las tempestades tengan claro que si al ambiente no se le inyecta una dosis de humildad y otra mas de paciencia entre los actores, corremos el riesgo de cosechar, en muy poco tiempo, los restos de un nuevo naufragio.

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