23 de agosto 2023
¡Que alguien me explique!
Alfaro y Dante, frente a frente
Enrique Alfaro se lavó su rostro naranja y se deslindó de Movimiento Ciudadano, el partido bajo cuyas siglas ganó la gubernatura de Jalisco
Por Ramón Alberto Garza
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Enrique Alfaro se lavó su rostro naranja y se deslindó de Movimiento Ciudadano, el partido bajo cuyas siglas ganó la gubernatura de Jalisco.
Era la crónica de un quiebre anunciado, considerando que -desde hace meses- los desencuentros entre Dante Delgado y el mandatario jalisciense venían al alza.
Alfaro lamenta que la dirigencia de MC no tenga rumbo claro, que está actuando con información errónea frente al reto de la candidatura presidencial del 2024.
El gobernador emecista dijo: “Yo ya no tengo interés de participar en un proyecto que no entiendo, que se construye de manera unilateral y que simple y sencillamente nos quiere someter a todos a la voluntad de quienes coordinan el partido a nivel nacional. No quiero pelear ni disputar nada, que ellos tomen sus decisiones y que tengan suerte”.
Y tiene razón Enrique Alfaro. La ruta elegida por Dante Delgado, de cara a la crucial elección presidencial es errática y confusa, por decir lo menos. El Movimiento Naranja se está manejando por las decisiones unilaterales de su líder, al más puro estilo del viejo PRI con el que dice que con él no iría “ni a la esquina”.
Sin consultar a sus militantes, Dante Delgado ya decidió que los candidatos presidenciales son Samuel García y Luis Donaldo Colosio. Y que, en Nuevo León, la candidata al Senado es Mariana Rodríguez, la popular influencer, esposa del gobernador. Todo en familia, porque ellos ya se repartieron el pastel.
¿Podría decir el líder de MC si está esperando el quiebre de Marcelo Ebrard con Morena para invitarlo a ser su candidato presidencial? ¿Estaría dispuesto el dirigente emecista en arropar con su partido a Xóchitl Gálvez si la candidatura del Frente Amplio por México acaba por beneficiar a Beatriz Paredes?
¿Están avisados el gobernador de Nuevo León y el alcalde de Monterrey que están convidados en calidad de plato de segunda mesa? ¿O será que, en medio del río revuelto, del todos contra todos, la ganancia apunta a que Dante Delgado acabe por ser el candidato presidencial?
Enrique Alfaro tiene sus sobrados motivos para hacer su deslinde. Jalisco tiene elecciones para gobernador en 2024 y necesita de todos los apoyos políticos para impedir que Morena gane ese bastión opositor. Y para ello, no le es suficiente solo MC. Necesita por lo menos al PAN, y de ser necesario hasta al PRI, para garantizar que uno de los tres precandidatos -Pablo Lemus, Clemente Castañeda o Alberto Esquer- sea su relevo en la silla estatal.
Por eso -y también por convicción- Enrique Alfaro está dispuesto a sumarse a la posible candidatura de Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio por México. La dupla Xóchitl-Alfaro sería imbatible para los jaliscienses, aunque Dante Delgado se empeñe en darle la espalda al movimiento opositor unificado. No dejen de ver si hoy o mañana, cuando Xóchitl Gálvez pise Jalisco, no termina en acuerdo con Enrique Alfaro.
Esa actitud inflexible, de una sola dirección a ultranza, de una toma de decisiones que asemeja más al dueño o dictador que a un líder de un partido demócrata, es lo que tiene hoy a Dante Delgado etiquetado como potencial esquirol para favorecer a Morena.
Que MC vaya solo a la presidencial 2024 no le garantiza ninguna victoria, pero sí, en cambio, el cinco o seis por ciento de sus votos pueden ser la diferencia entre ganar o perder para cualquiera de las otras opciones -Morena o el Frente-. Remember Fox y el Verde.
Lo que está sucediendo en el Partido Naranja me hace recordar aquella frase célebre de Alfonso Martínez Domínguez: “En México, para ser un buen político, no hace falta saber resolver los problemas. Hay que saber crearlos”.
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