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6 de octubre 2025

2 de octubre 2025

¡Que alguien me explique!

Adrián de la Garza, mensajes ocultos

Más que un balance de su gestión, el primer Informe del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, fue un documento político con hartos mensajes ocultos, lo mismo para la ciudadanía que para la clase política, que ya calienta motores para el relevo 2027 del gobernador de NL

Por Ramón Alberto Garza

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Más que un balance de su gestión, el primer Informe del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, fue un documento político con hartos mensajes ocultos, lo mismo para la ciudadanía que para la clase política, que ya calienta motores para el relevo 2027 del gobernador de Nuevo León.

Lejos del ejercicio protocolario de las cifras y el listado de obras, lo que se vivió el martes en el Pabellón M fue la metamorfosis del funcionario eficaz y de resultados, a un político con visón estratégica y dotes de conciliador.

En el discurso del tres veces alcalde regio -un hecho sin precedentes en la historia contemporánea de Monterrey-, Adrián de la Garza puso sobre la mesa sus grandes logros. La Tarjeta Regia Plus, que con un elevado sentido social, apoya la autonomía económica de 45 mil mujeres, así como el sistema gratuito de transporte público bautizado como la Regio Ruta, en un estado como Nuevo León en el que la movilidad urbana metropolitana hizo crisis.

Pero, sin duda, la cereza en el pastel está en el renglón de Seguridad, en donde con la policía mejor pagada de México -35 mil pesos mensuales- y con una vigilancia digital de 7 mil cámaras, se logró un cambio radical, que de acuerdo a las mediciones del INEGI, mejoró en un 27.5 por ciento la percepción ciudadana en sólo un año. Y bajo el lema “El que la hace, la paga” se redujeron sensiblemente los homicidios y los delitos patrimoniales.

Cuidadoso de no citar nombres, Adrián de la Garza recordó que regresó para “arreglar el desastre con el que se encontró”. La alusión fue clara al estilo personal de gobernar de los políticos de Movimiento Ciudadano, que se promueven con campañas llamativas, pero que entregan pobres resultados, lo mismo en servicios públicos que en seguridad. Eso ya de sí marcó distancia del Partido Naranja, demostrando que, en los últimos 12 meses en Monterrey, se recuperaron la experiencia, la disciplina, el orden y los logros concretos que se habían perdido.

Adrián de la Garza enfatizó que la segunda ciudad más importante de México “volvió a estar de pie”, con calles limpias, alumbrado renovado, espacios públicos rehabilitados y servicios públicos eficientes. Eso pintó una raya al marcar distancia de su antecesor, el emecista Luis Donaldo Colosio.

Sin duda, otro de los mensajes políticos de la tarde, fue la capacidad de convocatoria. El evento reunió a ex gobernadores, rectores, a todos los alcaldes de Nuevo León, a diputados locales, empresarios y figuras de distintos partidos. Está claro que todos ven en Adrián de la Garza a un favorito para la contienda para el 2027.

Y por si existían dudas de su cercanía con el Partido Acción Nacional, el municipio regio le hizo un guiño a los albiazules al rendirle un homenaje póstumo a Mauricio Fernández Garza, de quien dijo trabajó hasta el último aliento por San Pedro Garza García.

Y a nivel nacional, en la esquina morenista, Adrián de la Garza también envió señales de concordia y reconocimiento al pronunciar un elogioso mensaje a Omar García Harfuch. El secretario de Seguridad Pública en la Cuarta Transformación es un personaje de la primera línea política, al igual que el propio alcalde de Monterrey.  Ambos ya libraron batallas comunes contra el crimen organizado y, a través de ese mensaje, dejó en claro que lejos de buscar la confrontación, el alcalde de Monterrey mostró que puede ser un interlocutor confiable con las administraciones de cualquier partido. Por eso, el saludo y la invitación a estrechar lazos con la presidenta Claudia Sheinbaum.

Pero la parte más comentada del evento fue, sin duda, el cierre de su discurso. No fue “un destape” tradicional, pero sí una elegante declaración de intenciones rumbo al 2027. “Estoy dispuesto a poner mi experiencia al servicio de nuevas causas, para que juntos recuperemos el destino de grandeza que merece Nuevo León”, dijo, dejando claro que su proyecto político trasciende a Monterrey. La alusión a que los “experimentos políticos” deben quedar atrás y que lo que hoy demanda la ciudadanía es experiencia y certeza, tenían dedicatoria naranja.

La clave más profunda del discurso fue la construcción de una narrativa entre el orgullo regio y el orgullo neolonés. Adrián de la Garza insistió en que su gobierno devolvió a Monterrey el orgullo de ser regiomontano y que ese mismo espíritu de orgullo debe recuperarse para todo Nuevo León. Y en ese giro discursivo está la semilla de su aspiración: transformar en un proyecto estatal la confianza ganada ya en el terreno local.

El informe del alcalde de Monterrey fue mucho más que una rendición de cuentas: fue un mensaje político de fondo, con distintos destinatarios y, sobre todo, trazó una línea crítica contra el pasado inmediato, sin dejar de construir alianzas con actores de todos los partidos y con un cierre que no dejó dudas de que está listo para los  retos del 2027.

No hay duda que, Monterrey, fue el eje de su discurso… pero el mensaje alcanzó todos los rincones del Nuevo León que algún día aspira a gobernar.

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