Eso, no es futbol

FIFA y el comité organizador de Rusia 2018 se habían preparado para muestras de racismo en la Copa del Mundo, pero hubo otro enemigo que les ganó las espaldas y se convirtió en el dolor de cabeza de este Mundial.

El sexismo y los acosos a mujeres, sobre todo rusas durante este Mundial fueron algo inesperado por FIFA, pero el organismo rector del balompié inició su contragolpe con una ofensiva histórica.

Para poner fin a esa cosificación de la mujer, FIFA decidió dar la instrucción a las televisoras de todo el planeta que tienen los derechos de transmisión de la Copa del Mundo, que ya no tomen a las mujeres que están en las gradas de los estadios.

«Reducir la cantidad de fotos televisadas de mujeres en los juegos de la Copa Mundial es una de las actividades que definitivamente tendremos en el futuro, es una evolución normal», comentó Federico Addiechi, responsable de no discriminación y diversidad de FIFA.

El dirigente aseguró que el organismo espera que cientos de millones de telespectadores de todo el mundo tengan una visión más respetuosa de las mujeres en los juegos.

No es cosa de juego ni una exageración lo que hace FIFA, sobretodo porque hubo más de 300 casos de sexismo que empañaron el evento, así lo informó Piara Powar, director de la red FARE que monitorea la discriminación en el futbol.

“Ha sido una experiencia en gran parte positiva y no hubo una gran cantidad de incidentes del tipo que esperábamos (…) Lo único que realmente hemos marcado como significativo fue el nivel de sexismo sufrido por algunas mujeres, a menudo mujeres rusas confrontadas por hinchas”, comentó Powar.