6 de noviembre 2018
Comunidad
Abuso sexual, ¿por qué lo callan las mujeres?
Padma Lakshmi, conductora de Top Chef reveló haber sido víctima de abuso sexual hace 32 años ¿por qué lo calló por tanto tiempo?
Por Magenta Staff
COMPARTE ESTA HISTORIA
Padma Lakshmi, la famosa conductora y productora ejecutiva de Top Chef rompió el silencio después de 32 años: a los 16 años fue violada por un amigo de 23 años. ¿Por qué contarlo hasta ahora?
Padma confiesa que su motivación fue el caso de Brett Kavanaugh, quien fue acusado por dos mujeres de abuso sexual mucho tiempo después de haber sucedido. El señalamiento puso en riesgo que Kavanaugh ocupara el cargo de magistrado en la Suprema Corte de Estados Unidos, propuesto por Donald Trump.
Para la conductora fue fácil saber la respuesta de le pregunta que planteó el presidente de EU acerca del por qué las mujeres mantienen en secreto este tipo de información por tantos años sin denunciar a la policía.
Y entonces ella decidió también contar (y tuitear) por lo que pasó hace décadas.
I wrote an Op-Ed for @nytimes about something terrible that happened to me in my youth, something that happens to young women every day. We all have an opportunity to change the narrative and believe survivors. https://t.co/pqFt50t4R1
— Padma Lakshmi (@PadmaLakshmi) September 25, 2018
“No lo reporté… Pronto comencé a sentir que era mi culpa. En los años ochenta no era común escuchar el término ‘violación’ asociado a una relación de pareja o una cita. Me imaginaba que los adultos dirían; ‘¿qué demonios hacías en su apartamento?’.
“Cuando tenía 7 años, un familiar de mi padrastro me tocó entre las piernas y puso mi mano en su pene erecto. Poco después de decirles a mi madre y a mi padrastro, me enviaron a India durante un año para vivir con mis abuelos. La lección: si hablas, serás excluido”.
Ver esta publicación en Instagram
Así como Padma, miles de mujeres han tenido que callar por mucho tiempo una, dos o muchas violaciones sexuales de las que han sido víctimas.
La socióloga Carmen Ruiz Repullo dijo a CNN que muchas de las víctimas callan por temor a que la sociedad termine culpándolas a ellas y exculpando al agresor.
Esto debido al machismo social que aún impera y que tiende a catalogar a las mujeres como buenas y malas, explicó Ruiz Repollo.
“Una mujer que ha sufrido una agresión suele estar considerada como una mala mujer porque se insinuó. Nadie quiere estar entre las cuestionadas”, abundó la socióloga.
Por su parte, la actriz y modelo mexicana Stephanie Sigman reveló haber sido víctima de acoso por un director y su esposa cuando ella tenía 22 años de edad y decidió enumerar en su cuenta de Twitter las razones del por qué una mujer que ha sido abusada sexualmente no habla de eso en el momento.
Entre las razones, Stephanie menciona el miedo, porque es difícil que sea escuchada y porque el sistema de justicia no actúa acorde a la situación.
— Stephanie Sigman (@SigmanStephanie) February 21, 2018
Además, las víctimas tienen que lidiar con el estrés postraumático después de una situación de violencia, pues muchas tienden a culparse y creer firmemente que fueron ellas quienes provocaron el abuso.
El periodista Félix de Bedout comentó a El País que las mujeres no denuncian porque sienten que no hay un interés real ni una voluntad política para acabar con las violencias machistas, ni programas de prevención, soporte y apoyo a las mujeres en situación de violencia; o por el deterioro psíquico causado por el maltrato continuado o miedo al agresor, a que no les crean o al proceso judicial.
“Estamos en una sociedad machista en la que de alguna u otra forma siempre han inculcado que la mujer es la que provoca el abuso y es la culpable. Si miramos desde la historia de Adán y Eva, fue la mujer quien cometió el pecado”, comentó la psicóloga y sexóloga Flavia Dos Santos a El País.
Padma Lakshmi hizo público su caso movida también por las estadísticas, pues asegura que una de cada cuatro niños y uno de cada seis niños será sexualmente abusado antes de cumplir 18 años.
“Alzo la voz ahora porque quiero que todos luchemos para que nuestras hijas nunca conozcan este miedo y vergüenza, y que nuestros hijos sepan que los cuerpos de las niñas no existen para su placer y que el abuso tiene graves consecuencias.
“Ahora tengo una hija. Tiene 8 años. Durante años le he dicho las palabras más simples y más obvias que me tomó casi toda la vida entender: ‘Si cualquier persona te toca en tus partes privadas o te hace sentir incómoda, grita muy fuerte. Sal de ese lugar y cuéntale a alguien. Nadie tiene permiso de poner sus manos en ti. Tu cuerpo es tuyo’”.