30 de noviembre 2018
Política
¡A organizar el caos!
Transición 2018
Con una energía numerológica muy maternal y de fuerte carga emocional, México inicia la Cuarta Transformación, el cambio que en estos últimos meses ha llenado a muchos de incertidumbre
Por Isabel Torres
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Esté sábado 1 de diciembre, México vivirá una gran transformación política. Luego de tres intentos, Andrés Manuel López Obrador se convierte en el presidente de México.
Y llega a tomar la presidencia de la República en un día que, de acuerdo a la numerología, es el que más energía maternal contiene y, bien vibrado, da la posibilidad de establecer buenas asociaciones y de empezar a organizar el caos en el que hemos estado inmersos.
Es el día universal 6 que, en su contraparte, nos lleva a una inestabilidad emocional y a querer controlar todo y a todos.
La Numerología es una herramienta que, entre muchas cosas, nos permite saber con certeza y sin adivinación la tintura que tendrá cada año que transitamos. Así, con esta información podemos planificar mejor nuestros pasos y encauzar con precisión la energía a nuestros proyectos sin el riesgo de ver que no fructifican.
Al revisar cada año nos damos cuenta lo que podría suceder mes a mes, así que nos permite ver cómo estaremos individual y colectivamente.
Como ahora, justo cuando México inicia la llamada Cuarta Transformación a unas semanas que quedan para que concluya el 2018.
Este año la energía numerológica colectiva nos ha dejado grandes lecciones de vida y también fuertes transformaciones a nivel social, económico, político y hasta deportivo. Sólo basta con darle una ojeada a todo lo sucedido en el mundo en los últimos meses.
Y si nos enfocamos sólo a lo acontecido el domingo 1 de julio, los mexicanos fuimos a las urnas movidos por una energía cuya necesidad primordial era buscar un nuevo camino, una nueva forma de hacer las cosas.
Ese día, México actuó con la ilusión y la consciencia de concretar la acción de ese cambio tan anhelado para el país; sin embargo, con el paso de los días los cuestionamientos de haber hecho lo correcto han estado muy latentes.
Si tomamos en cuenta que este 2018 vibra la energía universal 11 nos habla de vivir grandes lecciones de vida, entonces los mexicanos deberíamos de cuestionarnos el para qué llegó AMLO a ser presidente de la República apoyado por una de las decisiones más importantes que los mexicanos pudimos haber tomado.
Esa decisión nos ha llevado a salirnos de nuestras fronteras, de lo conocido, pero muchos se han cuestionado si ese voto fue prudente, pues con los hechos, decisiones y declaraciones que Andrés Manuel tomó siendo aún presidente electo seguramente les hizo sentir en la incertidumbre, con dudas, incluso traicionados.
Además de esa energía universal 11, México como país ha atravesado este 2018 por un año 9 cuya motivación principal es la transformación, renovarnos para deshacernos de todo lo que ya no sirva para entonces poder avanzar; por lo tanto, numerológicamente no fue sorpresa que el cambio político se haya dado.
La clave ahora es ver que esa transformación política, si es bien llevada por AMLO y todo el Gabinete pero, sobre todo, con unos ciudadanos decididos a participar activamente en ese cambio, estos seis años del nuevo gobierno pueden convertirse en un puente que nos permita transitar a un verdadero cambio.
Diciembre, para la numerología, es universalmente un mes 5 y México lo vive con energía 3, lo que significa que serán 31 días en que posiblemente veamos sucesos inesperados, de fuertes cambios, sobre todo en nuestra realidad como país.
Bien vibradas (y siendo positivos), estas energías nos darán la posibilidad de soltarnos de todo aquello que nos ha sometido, de empezar un cambio pero siempre con el sentido de libertad bien plantado.
El sábado 1 de diciembre tiene una excelente energía universal 6 para tener invitados en casa, en México, así que lo mejor que puede suceder es que quienes participen en la toma de protesta de AMLO se sientan en un país lleno de calidez y buena energía.
Pero además, será uno de los mejores días para México en cuanto a empezar verdaderamente a organizar el caos político y social que ha quedado después de tantos años y empezar así a construir sobre bases firmes esa nueva alternancia, pero siempre trabajando en equipo.