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8 de septiembre 2024

5 de agosto 2024

¡Que alguien me explique!

7 denuncias de “Las 6” y el silencio de “Los 10”

La ingobernabilidad y el saqueo impune en el gobierno de Samuel García van al alza. Con toda su vanguardia industrial, financiera, tecnológica y educativa, el gobierno de Nuevo León está en la antesala de lo fallido

Por Ramón Alberto Garza

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La ingobernabilidad y el saqueo impune en el gobierno de Samuel García van al alza. Con toda su vanguardia industrial, financiera, tecnológica y educativa, el gobierno de Nuevo León está en la antesala de lo fallido.

Los desplantes de un imberbe de la política, apadrinado con la complicidad silenciosa de su padrino, Dante Delgado, y de los pactos en lo oscurito con el gobierno de la Cuarta Transformación tienen a ese estado insignia en su peor momento político, superando los que se creían pésimos gobiernos del priista Rodrigo Medina y del independiente Jaime “El Bronco” Rodríguez.

Con la violencia en ascenso, disputando a nivel nacional el liderazgo en homicidios y feminicidios; con la mayor deuda pública que cualquiera de los 32 estados de México; con una crisis hídrica sin precedentes; sin fondos para enfrentar las contingencias de reconstruir la infraestructura destruida por la tormenta tropical “Alberto”; congelados los pagos a todos los proveedores y en guerra abierta con todos los  jugadores políticos, no sólo de la oposición, sino los propios de Movimiento Ciudadano, el gobierno de Samuel García se encamina a la antesala de su naufragio, al precipicio.

El gobernador de Nuevo León está dedicado hoy a sólo tres prioridades:

Uno, revertir bajo presiones la derrota electoral en Monterrey de su esposa y candidata naranja, Mariana Rodríguez. Y él cabildea personalmente, contra la Ley, ante los organismos electorales a los que intenta cooptar. Quiere todo el poder atropellando la Ley.

Dos, concretar cuánto negocio pueda hacer a través de sus firmas fiscales y de abogados en complicidad con su papá y con sus hermanos. Son insaciables con el dinero.

Y tres, busca escapar de su dolorosa realidad tomando prolongadas vacaciones familiares en Nueva York y el Mediterráneo para no dar la cara a una ciudadanía que mayoritariamente lo repudia. Evade la realidad. La política y la familiar.

Pero Samuel  García puede hacer eso y más, porque con su silencio, los liderazgos de Nuevo León se volvieron cómplices.

Ni el otrora notable “Grupo de los Diez”, el que convoca a los empresarios más poderosos de Nuevo León, tiene los arrestos para ponerle un “hasta aquí” a quien desgobierna y tiene al estado contra la pared. El saqueo al Erario es brutal, a la luz del sol, con pruebas duras, sin remordimientos.

Para fortuna de los neoleoneses, frente al silencio de “Los Diez” ya emergió la denuncia de “Las Seis”.

Son seis mujeres activistas que ya interpusieron sendas denuncias ante siete instancias estatales y federales, exigiendo que se investigue el patrimonio del gobernador y de su familia. Miles de millones facturados en tres años como gobernador, en sus despachos que venden protección y obras a cambio de “moches” disfrazados de facturas.

La lista de estas mujeres que están denunciando lo que otros por temor o complicidad callan, incluyen a Rebeca Clouthier Carrillo, Liliana Flores Benavides, Lourdes López Flores, Gabriela de la Paz Meléndez, María Elena Assad Canavati y María Marcela Dieck Assad.

Todas ellas son activistas, algunas catedráticas y consejeras de organismos, profesionistas reconocidas todas.

Sus denuncias para investigar a Samuel García ya fueron interpuestas ante el Congreso de Nuevo León; la Auditoría Superior del Estado; la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León; la Contraloría estatal; la Unidad de Inteligencia Financiera de Nuevo León; la Unidad de Inteligencia Financiera federal y la Secretaría de la Función Pública.

Lo que se denuncia es un abierto “modus operandi” de Samuel García y su familia para asignar obras y contratos, sin licitación, a proveedores que son clientes del despacho Firma Jurídica y Fiscal Abogados, donde son socios los tres Samueles. O abiertamente usan ese su despacho privado para recibir las comisiones de proveedores beneficiados por el gobernador Fosfo Fosfo.

Una gran lección de civismo y de integridad la que dan estas seis mujeres que contrasta con la pasividad con la que ven pasar los ilícitos los llamados líderes empresariales de Monterrey. Con sólo un exhorto del llamado Consejo Nuevo León pretenden lavar cara.

Si con toda razón, a un político como Manuel Bartlett y a su corrupta familia se les investiga por enriquecimiento de origen desconocido, de 675 millones de pesos, ¿qué se tendría que hacer con los tres Samueles y su despacho que ya facturaron cuatro veces más -dos mil 400 millones de pesos- en tan sólo los primeros tres años de gobierno emecista?

Y frente a toda la evidencia anterior, ¿dónde está aquella voz “vigorosa y democrática” de Dante Delgado, el líder “moral” de Movimiento Ciudadano? Calladito, calladito. ¿A cambio de qué?

Nuevo León no tendrá hoy el respaldo de “Los Diez”, pero al menos ya se fajaron las faldas el grupo de “Las Seis”.

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