2 de junio 2016
¡Que alguien me explique!
Virgilio Andrade: Ni casa, ni pesca
Simpático, pero un tanto cuanto inútil, el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, salió a declarar que en el mar de corrupción en el que vivimos, le era muy difícil pescar peces gordos
Por Ramón Alberto Garza
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Su justificación para no mostrar resultados es que le es muy difícil recolectar evidencias, que no es fácil hacerse de pruebas, que todos se cuidan demasiados.
¿Y que esperaba? ¿Qué le sirvieran la mesa sin esfuerzo? A esos funcionarios a los que tendría que perseguir se les acusaría de corruptos, no de tontejos. El sistema corrupto está muy depurado.
El responsable de combatir la corrupción entre los servidores públicos tiene 15 meses de pesca y todavía no nos muestra ni un charal.
Su prestigio es pobre, si algo le queda, desde el momento en que su designación se percibió como un nombramiento a modo, para investigar el espinoso caso de la Casa Blanca presidencial.
Aplicó un fast track sobre quien lo designó, el presidente Enrique Peña Nieto, y la absolución expedita de su jefe dejó mal sabor de boca y no cumplió con el control de daños que se esperaba.
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