La guerra regresó (¿Cuándo se fue?)

México se encuentra atrapado entre tres peligrosos elementos que podrían regresar al país a sus días más violentos, si es que éstos alguna vez desaparecieron.

1)   La presión estadounidense

La administración de Donald Trump está presionando a México para que intensifique la militarización del país.

Primero, fue la llamada entre el presidente de Estados Unidos y Peña Nieto, en la que diferentes reportes de prensa sugieren que Trump insistió en la posibilidad de enviar tropas a México para controlar a los cárteles de la droga.

Después, vino la orden ejecutiva de Donald Trump en la que se delinea el combate de las organizaciones criminales internacionales como una prioridad del nuevo gobierno.

Medios mexicanos ya manejan la versión de que Estados Unidos prepara un Plan Colombia para México.

Código Magenta reveló que en las altas esferas del gobierno estadounidense ya se perfila al Secretario de Marina como nuevo titular de Gobernación

No hay que olvidar la guerra contra las drogas dejó una clara lección: a toda acción corresponde una reacción proporcional.

2)   El reacomodo de los cárteles

Durante el gobierno de Felipe Calderón se privilegiaron dos políticas de seguridad: el descabezamiento de los jefes de las distintas organizaciones criminales y el mantenimiento del cártel de Sinaloa como grupo dominante.

Esto detonó un espiral de violencia que hace que esta administración sea recordada como el sexenio más sangriento desde la Revolución Mexicana.

Ahora, con el Chapo encarcelado en Estados Unidos, el cártel que parecía intocable se enfrenta a una guerra sucesoría entre los hijos de Joaquín Guzmán y el grupo de Dámaso López, el “mini lic”.

Lo que quedaba de la “Pax Armada” del narcotráfico en México llegó a su fin.

3)   Un gobierno débil

Más allá de que el  nivel de aprobación del Presidente Peña Nieto sea de 12 por ciento, pocos esperan que el PRI sea una opción competitiva en la sucesión presidencial.

Esto le quita relevancia política al gobierno actual, que se debilita cada vez conforme se le acaba el tiempo.

El vacío de poder puede ser capitalizado por los cárteles de la droga, que probablemente se enfrentarán a un gobierno sin experiencia en seguridad a partir de 2018.

195 mil 900 muertos entre 2006 y 2015, ése es el legado que la guerra contra las drogas ayudó a construir. Y se puede poner peor.