Big Papi se va como un grande

Tiene más  de 540 jonrones, 2 mil 400 partidos jugados, 20 años de carrera y una personalidad arrolladora.
Es David Ortiz, pero preferimos llamarlo, El Big Papi.
El bateador emergente de los Medias Rojas de Boston juega esta su última temporada.
Lo hace aun con fuerza en el bat y con la misma pasión por el rey de los deportes que lo sacó de dominicana y lo llevó a las grandes ligas.
Big Papi se va como un grande.
Fue parte de tres de los flamantes campeonatos de los sufridos Medias Rojas.
Uno, el del histórico exorcismo de la “Maldición del Bambino” en 2004; otro, el de la  blanqueada a los Rockies de Colorado en 2007, y el tercero, y quizá el más emotivo, el del 2013, en una temporada que comenzó con la tragedia del maratón de Boston y que culminó con el sublime discurso de Ortiz en medio del diamante del Monstruo Verde.
Después de las bombas, la muerte, el caos y el miedo, el coockie mostrer habló desde el corazón.

“Esta es nuestra jodida ciudad. Y nadie va a dictar nuestra libertad. Seamos fuertes».
Así es el Big Papi, enorme dentro y fuera del diamante.